jueves, 3 de abril de 2014

El Amor y la Locura

Todos los maestros espirituales y expertos en el bienestar insisten en que uno de los secretos de la felicidad es apreciar los pequeños momentos, aquellas cosas que te hacen sonreír o sentirte bien diariamente, como puede ser el abrazo de buenos días, conducir escuchando la música que te acaricia el corazón, tomarte el café de primera hora, o dejarte sorprender por acontecimientos inesperados.

Ayer me sucedió uno de estos. Estaba tranquilamente en mi mesa de trabajo, enganchada al ordenador, cuando una compañera se me acercó y me explicó dos cuentos sin más: El del Portero de un Puticlub (sí, sí… el título es extraño, pero la moraleja es muy buena) y otro. Me pareció una escena entrañable y lo disfruté muchísimo… Claro, que ella es cuenta-cuentos, con lo cual lo hace con cierto estilo que hace que tenga mucho más valor y gracia. Intentaré reproduciros el segundo cuento, teniendo en cuenta mi nulidad para narrar historias…

Estaban reunidas todas las emociones y sensaciones sin saber qué hacer, y la Locura dijo: “Vamos a jugar al escondite. Cuento hasta 1.000 y os vais escondiendo a ver si luego os encuentro.”

Así fue que el Egoísmo se encontró en el primer agujero que encontró en el que sólo cabía él; que la Pasión y la Lujuria se metieron en un volcán que en cualquier momento podría explotar; que la Duda no sabía donde meterse y tardó bastante tiempo en encontrar un escondite tras un árbol, pero podría cambiar de escondite en cualquier momento; que la Generosidad iba cediendo cada escondite que encontraba a los demás; y el Amor decidió esconderse en medio de un rosal.

La Locura acabó de contar y comenzó a buscarles a todos, encontrándolos uno  a uno, excepto al Amor, que no encontraba por ningún lugar. Finalmente vio un rosal, y comenzó a moverlo para ver si estaba entre él, escuchando un grito de dolor. El Amor salió dolorido, pues las espinas de las rosas se habían clavado en sus ojos y le habían dejado ciego. La Locura le dijo, tranquilo Amor, no te preocupes que siempre te acompañaré a todas partes y así nunca nada podrá pasarte…


Este es el motivo porque el Amor es ciego y la Locura siempre le acompaña…
 

¿A que es bonito? A mí me ha encantado! Bien, buscando en Google a ver si encontraba alguna pista sobre el cuento he visto que es muy popular. Se llama Cuento del Amor y la Locura y es de Mario Benedetti… Oh dios, lo que hace la incultura literaria!
 

Qué cierto es que el amor es ciego, y qué cierto es que el amor tiene un punto de locura… Un puntazo vamos. Pero, aunque sea una locura, yo siempre he tenido la convicción de que es mejor vivir una hora de amor pleno y completo, aunque no vaya más allá, que no conocerlo ni disfrutarlo en toda la vida. El amor mueve el mundo y es capaz de hacerte hacer cosas que ni imaginarías que eras capaz de hacer… así que VIVA EL AMOR!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario