En estos últimos días las redes sociales están invadidas por vídeos “caseros”, grabados con móviles” de aproximadamente un minuto, de personas que se tiran un cubo de agua con hielo por encima. Celebrities de todo tipo, cantantes, actores, actrices, políticos, deportistas... todo el mundo hace lo mismo. Es ese efecto que tanto me fascina de la “globalización” o “el actuar por imitación” o “la moda”... Realmente no sé cómo llamarlo, pero ciertamente hay cosas que tienen un efecto global y todo el mundo las hace, o al menos sabe lo que es... Videos de youtube que todo el mundo ha visto, aplicaciones de móvil que todo el mundo conoce, canciones que todo el mundo canta... Y cuando digo todo el mundo me refiero a “Todo el Mundo” desde China a Panamá, en cualquier rincón del mundo, literalmente...
El tema de tirarse un cubo de agua con hielo por encima recibe el nombre de #IceBucketChallenge (“Desafío del cubo helado”) y aparece incluso en la Wikipedia, tanto en castellano como en inglés. En español lo explica así:
El Ice Bucket Challenge o también llamado Desafío del balde de agua fría (también puede ser agua con hielo), es una campaña publicitaria solidaria que busca más que nada generar un tipo de conciencia poniéndose en el lugar de las personas que padecen una enfermedad muy extraña llamada Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA, o ALS por sus siglas en inglés), enfermedad degenerativa progresiva que ataca las neuronas motoras, haciendo que el cuerpo se sienta como si le tiraran una cubeta de agua fría, ya que el organismo baja mucho su temperatura. Entre las personalidades relevantes que padecen esta enfermedad se encuentra por ejemplo el físico Stephen Hawking.
El desafío de la cubeta, también llamado así, consiste en arrojarse una cubeta de agua fría, que muchas veces es con hielo, que da la opción de desafiar a otras tres personas para que lo cumplan en las próximas 24 horas o deberán donar 100 dólares.
Pero los orígenes de este “desafío” son confusos. Según la wikipedia en inglés comenzó en Nueva Zelanda como un acto benéfico a favor del cáncer; y en julio de 2014, en un programa de televisión hicieron en directo en desafío, iniciando una cadena que llegó hasta el golfista Chris Kennedy, que decidió hacerlo por su sobrina, que sufría ELA, y a partir de ahí se derivó la atención a esta enfermedad... Por otro lado, en otros medios dicen que el origen del desafío está en el ex-jugador de beisbol Pete Frates, que a través de las redes sociales desafió a amigos a hacer el desafío en apoyo a esta enfermedad degenerativa que él mismo sufre... Inicios confusos.
Pero lo que no da lugar a confusión es que parece que todo el mundo se ha sumado al desafío. Lo que me planteo es: ¿saben por qué realmente lo hacen? ¿por qué se tiran los cubos de agua? ¿hacen donaciones además de grabarse en vídeo mientras se congelan con el agua? En todo caso, supongo que no me debería importar. Realmente aún me cuesta no juzgar a los demás, pero es que me fascina cómo ciertas cosas se expanden con la velocidad de la luz. Y realmente tiene un punto de surreal o de sin sentido ver todo los timelines de Facebook y twitter (y porque no tengo instagram! Thanks God!) repletos de gente tirándose cubos de agua... por el ELA! Sí, ahora toca que todo el mundo tenga conciencia de esta enfermedad... ¿y las otras miles de enfermedades que hay en el mundo? ¿Y los millones de personas que cada noche no tienen donde dormir? ¿Y los que viven con terror de ser bombardeados? No, ahora toca tirarse el cubo de agua por el ELA.... ya sé que aquí está saliendo todo mi “ego” enjuiciador pero es que hasta Deepak Chopra ha hecho el “desafío” sumándose al carro de lo que para parte de mí es más un acto de auto-promoción que de ELA-concienciación.
Sutton Foster, una actriz de Broadway, publicó un tweet en el que muestra que también comparte la misma idea que comento: “En lugar de tirarme agua helada por la cabeza y nominar a tres personas voy a donar directamente 500$ a la asociación ALS”.
En todo caso es mejor que la gente se tire cubos de agua, y se divierta y sonría que muchas otras cosas... Así que, quizás tan sólo por las sonrisas que provoca, ya vale la pena este desafío.
Pero realmente sigue fascinándome el fenómeno de la globalización y de cómo todos los humanos estamos programados para hacer lo mismo y ser “ovejas de un rebaño”. De hecho, si no, no existirían las religiones o los partidos políticos o los nacionalismos... En fin, seguiremos fascinándonos, y aprendiendo con y de la humanidad.
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