Ayer acabé de leer en la playa 'Les Valquíries' el primer libro que leo de Paulo Coelho. Me puse a llorar leyendo el epílogo. A llorar por la emoción que sentí al darme cuenta que Todo es Verdad, que todo llegará, que los sueños se cumplen, que mi sueño se cumplirá y que este proceso está lleno de belleza. Tan sólo hay que evitar que el dolor la tape.
La vida es mágica y, cuando te das cuenta, no puedes evitar emocionarte. Lo sé, y supongo que tú también lo sabes, pero a veces lo dudamos. Aunque cuando vives uno de esos momentos en los que ves claramente cómo todo está conectado, cuando haces ese "click" y te das cuenta de cómo ha pasado eso que te está pasando y lo que significa, no puedes evitar alucinar por la desbordante magia que nos rodea y que no siempre sabemos ver.
Os cuento mi historia con 'Las Valquirias'. Este mes de julio, mi querida amiga Montse, me dejó el libro. "Ya sé que dices que no te gusta Paulo Coelho, pero este libro, que es de brujas, como tú, te gustará." -me dijo- "Y más ahora que estás empezando a canalizar con los Registros Akashicos" . Mi amiga también es bastante "bruja", como yo, así que acertó por completo dejándome este libro. Como acertó hace unos meses regalándome el de Santos Ávila, de quien, por cierto, ya me he leído tres libros más.
He estado leyendo 'Las Valquirias' este final de verano en la playa y reconozco que me ha encantado. En primer lugar, porque es un libro extremadamente personal que explica un episodio en la vida del popular autor, y siempre me gusta todo aquello que sé que es Real; y, en segundo lugar, porque el viaje que realiza Paulo junto a su esposa para poder hablar y ver a su ángel de la guarda, resuena totalmente con mi actual "viaje personal". Yo también estoy intentando -no sé si realmente lo consigo o no- hablar con mis ángeles y guías. El curso online de Iniciación a los Registros Akashicos que inicié el pasado mes de julio trata de eso, de acceder a tus registros, conectar con tus guías y aprender más cosas sobre nosotros mismos, nuestras vidas y nuestras relaciones.
'Las Valquirias' es otro de aquellos libros que ha llegado a mis manos en el momento perfecto, ni antes ni después. Magia pura. Me alucinan estas sincronicidades.
Hay dos conceptos muy interesantes que incluye el libro, ambos aparecen ya al final, y me gustaría compartirlos:
1. Según Paulo, hay dos tipos de personas: agricultores y cazadores. Agricultores son aquellos que aman la tierra y la cosecha; y los cazadores son quienes aman la oscuridad de los bosques y las conquistas. ¿Qué os sentís vosotr@s? Yo creo que me considero una cazadora que aspira a ser agricultura. Puede sonar contradictorio, pero ahora mismo lo pienso así. Aunque creo también que nunca perderé mi espíritu de cazadora. Me gusta mucho este análisis, y considero que es bastante acertado.
2. Paulo afirma que ahora empieza otra guerra en el mundo, una más sofisticada de la que nadie podrá escapar: en un bando estarán esas personas que creen en la humanidad, en los poderes ocultos del hombre y en sus dones; y en el otro, los que niegan el futuro, los que creen que la vida se acaba en la materia. ¿Os habéis visto metidos en esta guerra? Yo sí... Aunque es una "guerra dialéctica" y creo firmemente que finalizará en el momento en que la magia se vaya haciendo cada vez más evidente y las mentes racionales no puedan hacer nada más que "sucumbir ante el poder de los unicornios" (por decirlo de una manera informal).
Pero además del momento mágico que viví ayer al finalizar la lectura de 'Valquirias', esta misma semana tuve otro momento de esos de "click" que quería compartir.
Tenía hora con mi masajista-terapeuta Marta y últimamente siempre le pido que me prepare un botecito de Flores de Bach. Me encanta cómo lo hace. Saca su caja con todas las esencias, y va señalando cada una de ellas con su dedo y el biotensor que sujeta con la otra mano le va indicando si esa esencia me va bien o no. El resultado es fascinante. El otro día las ocho esencias que resultaron nos hizo emocionar a ambas y acabamos con los ojos empañados de lágrimas porque indicaban que el trabajo que estoy realizando está teniendo sus frutos y ya no obtenía esencias para la tristeza y la depresión, ni para el miedo o los pensamientos repetitivos; salieron ocho esencias para afianzar la confianza en el camino, en mí y en el Universo y para erradicar los miedos del mismo proceso. Además, resultaron ocho esencias que me debía tomar ocho veces al día. 8! El ocho, el número que simboliza la unión de lo divino con lo terrenal. Las dos nos abrazamos embargadas de emoción.
Ciertamente, hay momentos duros en la vida, hay retos a superar, dificultades pero, como bien dicen, tras cada desafío hay un regalo escondido, y lo importante es evolucionar, aprender y tratar de disfrutar del proceso, aunque nunca es fácil. Pero, si lo logras, aunque sean sólo pequeños momentos, el sentimiento de orgullo y satisfacción es embriagador.
Es fascinante darse cuenta de que nuestra vida está llena de magia. Es maravilloso ver que somos capaces de crear magia. Tan sólo debemos confiar en nosotros mismos, aprender a amarnos incondicionalmente, e intentar no tener expectativas en cuanto a nuestro futuro. Dejar ir y confiar en que nos llegará lo mejor para nosotros. Eso es así. Os lo aseguro.
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