sábado, 27 de octubre de 2018

Sobre Alzar La Voz

Últimamente se repite en mí de forma misteriosa este pensamiento: "Alza tu voz, hazte escuchar... Llevas mucho tiempo callada, es el momento de que hables, de que digas lo que tengas que decir, de que seas tú. No calles más! Alza Tu Voz!"

Recuerdo que cuando era pequeña hablaba poco y que, de mayor, hablo más, pero hay veces que me quedo callada, como bloqueada, especialmente cuando estoy en grupo. Me resulta mucho más fácil comunicarme "de tú a tú", me permite crear un ambiente de confianza y cierta intimidad con mi con tertuliano, sea más o menos conocido para mí. Siento que puedo ser más YO ante una persona que ante más de dos. Ahí noto que empiezo a hacer uso de mi "máscara social" o, simplemente, me evado como si no estuviera. Siento que tengo que trabajar en esto. Tengo que conseguir ser más YO en grupo y no tener miedo a comunicarme ante más de un oyente. Lo haré

Pero debo Alzar la Voz siempre, ante una persona, ante diez, o ante los cientos de lectores de mis artículos en internet. Lo debo hacer yo y lo debe de hacer todo el mundo, porque todos merecemos ser escuchado y ser tenidos en cuenta. El "problema" es que yo acostumbro a callar.

Con cuarenta y pocos años me estoy dando cuenta de que he pasado la mayor parte de mi vida callando, porque cuando hablaba sentía que no me hacían caso, así que seguía callando. Quizás ante algunos amigos con los que tengo muchísima confianza sí que conseguía "alzar la voz", pero no con todo el mundo. Para nada.

No recuerdo cómo empezó todo. No consigo traer a mi memoria porqué de pequeña no hablaba en las reuniones de familia, ni cuál fue el motivo por el que me comportaba así. Supongo que algo debió pasar, pero mi memoria lo ha bloqueado.

Da igual, no se trata del pasado. Se trata del presente. Ya basta. Ya me cansé de pensar en cómo van a reaccionar los demás y de callarme por miedo a que no les guste lo que tengo que decir. Debo, debemos decir lo que sentimos, porque debemos respetarnos. Debemos decirlo de manera asertiva, sin reproches, sin gritos, pero debemos alzar la voz y expresar nuestros sentimientos.

Es curioso cómo muchas personas no tienen reparo en "reprocharte" cosas que les hacen sentir mal: Tardas más de "lo normal" en responderles un mensaje, no les invitas a ir contigo al teatro, no les tienes en cuenta para ir a comer en grupo... Pero, muchas veces estas personas han hecho contigo cosas similares o "peores" y no se han dado ni cuenta. Ni se dan cuenta. Es curioso cómo muchas personas son INCAPACES de ponerse en tu piel. Me fascina totalmente la poca empatía de personas que a sí mismas se consideran empáticas.

Normalmente callaba, porque intentaba pensar más en la otra persona que en mí. Pero ahora ya no. Ahora debo ALZAR LA VOZ por mí. Porque si no lo hago yo, no lo hará nadie.

Tenemos que ALZAR LA VOZ y expresar cómo nos sentimos a las personas que tenemos alrededor y que forman parte de nuestra vida y que nos importan, porque debemos respetarnos primero a nosotros mismos y esta es la única forma de hacerlo.

Si callamos, nos vamos haciendo pequeños, hasta que nos perdemos por completo.

Si aquellos y aquellas que forman parte de nuestra vida realmente nos quieren bien, nos agradecerán que les digamos cómo nos sentimos o cómo nos han hecho sentir. No son reproches. Es comunicación. Es de vital importancia que comuniquemos nuestras emociones y que nos preocupemos por las emociones y sentimientos de aquellos que nos importan.
Debemos ALZAR LA VOZ ante una "injusticia", cuando no nos hacen caso en algún restaurante, cuando estamos siendo ignorados, cuando queremos algo. Debemos decir: "Eh! Aquí estoy yo. También importo." Es una forma maravillosa de demostrar que nuestra autoestima está equilibrada.

Tengamos claro que no estoy hablando de ir por la calle gritando ni peleándonos con todo el mundo. Simplemente de SER y de SER VISTOS, percibidos y sentidos. Hablo de que nos hagan caso, y de que no seamos nosotros los primeros que nos ninguneemos.

¿Cuántas veces preguntamos '¿Cómo te sientes?' a aquellos que tenemos al lado? ¿Cuántas veces nos lo preguntan? Lo hagan o no... Si algo nos molesta o nos hace daño, o si estamos felices y agradecidos con alguien, es de vital importancia que ALCEMOS LA VOZ y lo comuniquemos. ¿Estáis de acuerdo conmigo?

martes, 16 de octubre de 2018

El Hoʻoponopono, parte II

En enero de 2015 escribí en este mismo blog un artículo sobre el Ho'oponopono, en el que explicaba en qué consistía y cómo llegó a mi vida. Concluía el artículo diciendo que no tenía ningún ejemplo claro para explicaros sobre la utilidad de esta técnica.

Tres años después, el ho'oponopono ha vuelto a mi vida -aunque realmente no se había ido del todo- y os puedo decir que es una herramienta que se ha convertido en vital para mí.

Racionalizar el concepto del Ho’oponopono no es fácil, tampoco complicado si lo “simplificamos”. Es una técnica que nos ayuda a eliminar las memorias, programas o pensamientos que se han almacenado en nuestro subconsciente de manera “errónea” y “provocan” que creemos una realidad que “no nos satisface” porque no está alineada con nuestro verdadero ser. Practicando Ho’oponopomo tenemos una oportunidad de borrar y limpiar esas memorias y empezar así a atraer aquello que más nos “beneficia”.

Os recuerdo que “practicar el Ho’oponopono” consiste simplemente en repetir mentalmente las palabras “Gracias” y “te amo” tan a menudo como sea posible. Tan fácil y tan complicado, porque a veces nos quedamos enfrascados en nuestros propios pensamientos y es difícil salir de ellos. Hasta que dices “No! Ya estoy otra vez con lo mismo!” Y empiezas a repetir mentalmente “gracias, gracias, gracias” buscando “dejar ir” el control que nuestro ego quiere imponer sobre nuestras vidas.

El autor y terapeuta Santos Ávila explica qué es el Ho’oponopono de manera muy clara y didáctica en este vídeo https://youtu.be/QKw3MR_Bbtw y profundiza más sobre el origen y la utilización de esta técnica en su libro ‘Cómo practicar Ho’’oponopono’, publicado hace pocas semanas, y que he “devorado” en unos cuantos días. Os lo recomiendo enormemente.

Ya os he hablado en alguna ocasión de Santos. Desde que se cruzó en mi vida el pasado mes de mayo, ha sido una especie de gurú para mi evolución personal. Realizar consulta con él, sus libros, sus vídeos y su curso online de Registros Akáshicos han cambiado mi vida a mejor.

Haberle descubierto, seguir sus consejos y seguir profundizando paralelamente con otros autores y terapeutas en el auto-descubrimiento es un viaje fascinante. Considero importante no centrarnos en nada ni en nadie, sino abrirnos al conocimiento en general y permitir que nos llegue por diferentes vías. Al final descubres que todo está unido de una forma u otra.

Respecto a ejemplos prácticos sobre la utilidad del Ho’oponopono, puedo explicaros que, en dos momentos críticos de mi vida personal y amorosa acontecidos en los últimos tres años, me agarré al Ho’oponopono como agua de mayo. En ambas situaciones estaba completamente perdida, y “necesitaba” que el Universo interviniera por mí para “solventar” dos situaciones diferentes. Así que no cesaba de repetir en mi mente las cuatro expresiones que aprendí entonces: “Lo siento, perdóname, te amo, me amo, gracias” (Posteriormente he descubierto que con repetir “gracias” o “te amo” ya es suficiente, pero entonces aún no lo sabía.)

Repitiendo estas palabras, conseguía “dejar ir” y tratar que el Universo resolviera las cosas de manera que todo lo que pasara fuera lo mejor para las partes implicadas en la situación. Evidentemente, no te puedes quedar encerrada en tu habitación, debes actuar. Pero repitiendo mentalmente sin cesar estas palabras, todo se desencadena de la mejor manera posible en ese momento; y adquieres la fortaleza y la sabiduría necesarias para actuar “desde el corazón” y no desde la mente.

Total, que en ambas ocasiones acabé teniendo la fortaleza y la valentía necesarias para separarme de mis parejas. No tengo duda que fue gracias al Ho’oponopono que conseguí la ayuda para actuar de la mejor manera posible para mí y para ellas.

El “problema” fue que en el impás entre ambas rupturas me olvidé como por arte de magia del Ho’oponopono. Volví a dejarme guiar por mi mente racional y volví a sucumbir al apego, a la dependencia, al miedo al abandono y demás…  Se impuso mi falta de auto-estima y me olvidé por completo de esta técnica. Es curioso cómo funciona nuestra mente y el poder que tiene nuestro inconsciente.

Ahora que el Ho’oponopono ha vuelto a mí, espero no volverlo a soltar. Cuando hice mi primera sesión con Santos en mayo, él me recordó que lo volviera a utilizar y, semanas después, cuando fui a ver a Ari para realizar mi tercera lectura de registros akáshicos (dos años después de la última), ella también me insistió en que utilizara “a saco” el ho’oponopono. Literalmente.

Ahora la utilizo a diario. Sí… ¿qué quiere decir utilizarla a diario? Os pongo ejemplos: cuando voy en metro, en lugar de mirar las redes sociales, dejo el móvil en el bolso y no paro de repetir mentalmente “gracias, gracias, gracias” sin más… O, cuando me acuerdo de ello durante mi jornada laboral, hago lo mismo Y, lo mejor: Cuando me empiezo a enfrascar en pensamientos que no me llevan a ningún sitio porque lo único que consiguen es que juzgue a los demás y empiece a tener conversaciones mentales con ellos pensando en todo lo que me gustaría decirles, recuerdo que YO soy la responsable de todo lo que existe en mi vida y que esa situación que tanto me preocupa la he provocado yo, así que empiezo a “limpiarla mentalmente” repitiendo “gracias, gracias, gracias, te amo, te amo, te amo”... Y cuando me voy a dormir, también intento quedarme dormida repitiendo “gracias” y, si me despierto a medianoche, lo mismo.

Ah! Y en ocasiones trabajo con esta herramienta de forma más consciente. Intentando analizar aquella experiencia que estoy viviendo y que considero “desagradable” y diciendo “Universo, ayúdame a ver qué es lo que hay en mí que está provocando esta experiencia en mi vida y ayúdame a limpiar todas las memorias que lo están ocasionando… gracias gracias gracias”. Por cierto, Santos ha publicado en su canal Youtube tres videos que nos ayudan a hacer ho’oponopono centrándonos en el amor, el dinero y la salud. Os los recomiendo.

¿Qué consigo haciendo todo esto? Paz interior que ya es mucho; y confiar en que todo lo que va pasando en mi vida es lo que más me beneficia. Es decir: dejar ir y confiar que el plan que tiene el Universo para mí es mucho mejor que el que puede tener mi ego.

Por ejemplo, yo puedo querer volver a tener una relación de pareja estable con la persona que amo y puedo intentar maquinar, pensar y controlar cómo hacerlo y cómo volver a provocar la unión pero, a la mínima que me doy cuenta de que mi mente está utilizando sus técnicas “maquiavélicas” intento “soltar” repitiendo mentalmente las palabras “gracias” y “te amo” y confiando en que pasará lo que sea mejor para todas.

Confío en que envío los Whatsapp que debo enviar cuando los debo enviar, porque el corazón me lo dicta así. Confío en que escribo lo que debo, porque lo siento así… Confío en mí, porque intento ser 100% honesta conmigo y con el resto de personas. No queda otra que CONFIAR, ACEPTAR que cada uno vive su momento y su propia historia, tener compasión por los demás y por uno mismo y DEJAR IR. Como dicen en inglés “easier said than done”. (Mucho más fácil de decir que de hacer).

Siguiendo con el Ho’oponopono, el pasado fin de semana me compré un libro que está muy ligado con esta técnica, pero yo diría que lo trata todo desde un lugar más racional. Se trata de ‘The Completion Process’ de Teal Swan. El libro fue publicado en agosto de 2016, y sabía de su existencia porque sigo a su autora en redes desde hace años pero, “curiosamente” hasta este fin de semana no he sentido la necesidad de leerlo.

Aún voy por los primeros capítulos, pero estoy entendiendo el por qué ha llegado a mis manos en este momento; y es porque es ahora cuando estoy realizando conscientemente la “sanación” de mi pasado para “sanar” mi presente. Limpiando con el Ho’oponopono consigues eso, limpiar los “errores” del pasado para vivir el presente “desde cero” y, con ‘The Completition Process’ Teal Swan te ofrece herramientas para ser consciente de nuestras heridas emocionales -cuyo origen hemos tapado con el paso de los años y forma parte de nuestro inconsciente- y sanarlas con tu presencia y tu amor incondicional. El proceso nos permite sacar a la luz e integrar en nosotros aquello que hasta ahora estaba en nuestro subconsciente y gobernaba nuestra vida desde ese lugar.

Pienso que ambas técnicas están totalmente relacionadas, son complementarias, y nos ofrecen la oportunidad de sanar el pasado y, de esa manera, atraer a nuestro presente vivencias más armónicas.

Podemos empezar a hacer ho’oponopono haciéndonos la pregunta: “Qué hay en mi que hace que esté viviendo actualmente esta experiencia? Universo, ayúdame a limpiar todo aquello que haya en mi y que provoca que esté viviendo esta situación” y limpiamos repitiendo “gracias”. Con 'The Completion Process' buscamos directamente en nuestros recuerdos aquellas experiencias que nos provocaron en primer lugar ese dolor tan profundo que sentimos y que ahora no para de repetirse en nuestra vida porque necesita que le prestemos atención y lo curemos.

Yo diría que el objetivo es el mismo, pero la perspectiva es diferente. Una requiere de mayor conciencia inicial que la otra; pero al final, buscan lo mismo: la completa integración de nuestra alma lograda gracias a la sanación de nuestras heridas, consiguiendo así traer a nuestras vidas aquello que realmente nos beneficia, gracias a la Ley de la Atracción.

Sí, todas estas heridas que necesitamos sanar se producen inicialmente en nuestra infancia y luego se van repitiendo a lo largo de nuestra vida. Por este motivo ambas técnicas dan mucha importancia al trabajo con nuestro niño interior, animándonos a tenerlo presente en nuestro día a día.

Ayer, además, leyendo este libro pude conseguir racionalizar un poco más un concepto que ha llegado a mí en varias ocasiones pero no era capaz de asimilar y es el de: “el tiempo es una ilusión”.

Trabajar con los Registros Akashicos implica tener claro este concepto, pero puede costar comprenderlo. Como mínimo, a mi me cuesta. Teal Swan lo explica de una manera que consiguió que lo pudiera comprender un poco mejor: Es como si la historia de toda nuestra existencia estuviera escrita en varios libros, arrancáramos las páginas de todos los libros y los expandiéramos por el suelo. Todo existiría en el mismo momento... Sí… lo sé. Está claro que este concepto aún lo tengo que interiorizar y tratar de comprender algo más… Cuando lo haga, os lo cuento. Pero así, hilando todo por encima, me resulta más claro comprender que Sanar el Pasado es Sanar el Presente y el Futuro...

Bueno, vayamos paso a paso. De momento, me quedo con el Ho’oponopono y sigo a tope con ello. Os animo a integrarlo en vuestra vida también!

domingo, 7 de octubre de 2018

Sobra la magia y 'Valquirias' de Paulo Coelho

Ayer acabé de leer en la playa 'Les Valquíries' el primer libro que leo de Paulo Coelho. Me puse a llorar leyendo el epílogo. A llorar por la emoción que sentí al darme cuenta que Todo es Verdad, que todo llegará, que los sueños se cumplen, que mi sueño se cumplirá y que este proceso está lleno de belleza. Tan sólo hay que evitar que el dolor la tape.

La vida es mágica y, cuando te das cuenta, no puedes evitar emocionarte. Lo sé, y supongo que tú también lo sabes, pero a veces lo dudamos. Aunque cuando vives uno de esos momentos en los que ves claramente cómo todo está conectado, cuando haces ese "click" y te das cuenta de cómo ha pasado eso que te está pasando y lo que significa, no puedes evitar alucinar por la desbordante magia que nos rodea y que no siempre sabemos ver.

Os cuento mi historia con 'Las Valquirias'. Este mes de julio, mi querida amiga Montse, me dejó el libro. "Ya sé que dices que no te gusta Paulo Coelho, pero este libro, que es de brujas, como tú, te gustará." -me dijo- "Y más ahora que estás empezando a canalizar con los Registros Akashicos" . Mi amiga también es bastante "bruja", como yo, así que acertó por completo dejándome este libro. Como acertó hace unos meses regalándome el de Santos Ávila, de quien, por cierto, ya me he leído tres libros más.

He estado leyendo 'Las Valquirias' este final de verano en la playa y reconozco que me ha encantado. En primer lugar, porque es un libro extremadamente personal que explica un episodio en la vida del popular autor, y siempre me gusta todo aquello que sé que es Real; y, en segundo lugar, porque el viaje que realiza Paulo junto a su esposa para poder hablar y ver a su ángel de la guarda, resuena totalmente con mi actual "viaje personal". Yo también estoy intentando -no sé si realmente lo consigo o no- hablar con mis ángeles y guías. El curso online de Iniciación a los Registros Akashicos que inicié el pasado mes de julio trata de eso, de acceder a tus registros, conectar con tus guías y aprender más cosas sobre nosotros mismos, nuestras vidas y nuestras relaciones.

'Las Valquirias' es otro de aquellos libros que ha llegado a mis manos en el momento perfecto, ni antes ni después. Magia pura. Me alucinan estas sincronicidades.

Hay dos conceptos muy interesantes que incluye el libro, ambos aparecen ya al final, y me gustaría compartirlos:

1. Según Paulo, hay dos tipos de personas: agricultores y cazadores. Agricultores son aquellos que aman la tierra y la cosecha; y los cazadores son quienes aman la oscuridad de los bosques y las conquistas. ¿Qué os sentís vosotr@s? Yo creo que me considero una cazadora que aspira a ser agricultura. Puede sonar contradictorio, pero ahora mismo lo pienso así. Aunque creo también que nunca perderé mi espíritu de cazadora. Me gusta mucho este análisis, y considero que es bastante acertado.

2. Paulo afirma que ahora empieza otra guerra en el mundo, una más sofisticada de la que nadie podrá escapar: en un bando estarán esas personas que creen en la humanidad, en los poderes ocultos del hombre y en sus dones; y en el otro, los que niegan el futuro, los que creen que la vida se acaba en la materia. ¿Os habéis visto metidos en esta guerra? Yo sí... Aunque es una "guerra dialéctica" y creo firmemente que finalizará en el momento en que la magia se vaya haciendo cada vez más evidente y las mentes racionales no puedan hacer nada más que "sucumbir ante el poder de los unicornios" (por decirlo de una manera informal).

Pero además del momento mágico que viví ayer al finalizar la lectura de 'Valquirias', esta misma semana tuve otro momento de esos de "click" que quería compartir.

Tenía hora con mi masajista-terapeuta Marta y últimamente siempre le pido que me prepare un botecito de Flores de Bach. Me encanta cómo lo hace. Saca su caja con todas las esencias, y va señalando cada una de ellas con su dedo y el biotensor que sujeta con la otra mano le va indicando si esa esencia me va bien o no. El resultado es fascinante. El otro día las ocho esencias que resultaron nos hizo emocionar a ambas y acabamos con los ojos empañados de lágrimas porque indicaban que el trabajo que estoy realizando está teniendo sus frutos y ya no obtenía esencias para la tristeza y la depresión, ni para el miedo o los pensamientos repetitivos; salieron ocho esencias para afianzar la confianza en el camino, en mí y en el Universo y para erradicar los miedos del mismo proceso. Además, resultaron ocho esencias que me debía tomar ocho veces al día. 8! El ocho, el número que simboliza la unión de lo divino con lo terrenal. Las dos nos abrazamos embargadas de emoción.

Ciertamente, hay momentos duros en la vida, hay retos a superar, dificultades pero, como bien dicen, tras cada desafío hay un regalo escondido, y lo importante es evolucionar, aprender y tratar de disfrutar del proceso, aunque nunca es fácil. Pero, si lo logras, aunque sean sólo pequeños momentos, el sentimiento de orgullo y satisfacción es embriagador.

Es fascinante darse cuenta de que nuestra vida está llena de magia. Es maravilloso ver que somos capaces de crear magia. Tan sólo debemos confiar en nosotros mismos, aprender a amarnos incondicionalmente, e intentar no tener expectativas en cuanto a nuestro futuro. Dejar ir y confiar en que nos llegará lo mejor para nosotros. Eso es así. Os lo aseguro.

jueves, 4 de octubre de 2018

La Ley de la Atracción y Raimon Samsó

La semana pasada me adentré en la sección de auto-ayuda, crecimiento personal y espiritualidad (como queráis llamarlo) de una popular tienda de libros de Barcelona buscando uno para regalar a mi madre. Me perdí entre tanto material. Recuerdo que hace unos diez años no había ni la mitad de libros que hay ahora. Siempre que me quería comprar uno de estos "libros raros" (como dirían algunos amigos) tenía que esperar a viajar a Londres. Pero todo está cambiando a pasos agigantados. Ahora podemos encontrar traducidos multitud de autores anglosajones y, lo más importante, podemos encontrar muchísimos libros de autores autóctonos.

Decidí comprarle a mi madre el libro 'Taller de Amor' de Raimon Samsó (www.raimonsamso.com). Llegó a mis manos como por arte de magia y pensé que era el adecuado para ella. No sé si lo leerá y, si lo hace, no sé si será consciente de todo lo que dice, pero creo que le puede resultar muy útil. Buscaba un libro que le dijera lo que yo no paro de decirle pero, claro, como siempre ocurre con la relación madres-hijas, ella nunca me hace caso (como yo a ella).

Necesitaba un libro que le explicara que enfadarse es una opción y, reaccionar a este sentimiento de manera histriónica y desmesurada -como suele hacerlo- es aún más opcional. Ya hace tiempo que le intento explicar que, cuando escucha algo que no le gusta, cuando piensa que alguien le ofende, cuando tiene la sensación de que alguien no le da "la razón", debe intentar no reaccionar de la manera que lo hace (a gritos). Debe intentar calmarse y expresar su punto de vista de una manera más pacífica y relajada. Dos no discuten si uno no quiere y mi madre es de las que siempre quiere. Me resulta complicado hacerle entender que no importa tener o no la razón, lo que realmente importa es estar en paz con uno mismo. Piensa que me sitúo en su contra, cuando es todo lo contrario. Así que pensé que tal vez un libro como éste le ayudaría a ver las cosas de otro modo. Ya veremos.

Llevo más de diez años leyendo libros de este estilo. No me gusta llamarlos "de auto-ayuda", pero desgraciadamente siempre tenemos que poner etiquetas a las cosas, aunque sea para saber dónde buscarlos en una librería. Me gusta más llamarlos "libros espirituales", aunque quizás a muchas personas este término también les echa para atrás. Está claro que nunca llueve al gusto de todos. Me quedaré con este término de ahora en adelante.

Cuando en tu vida tienes un bache y pasas por un momento complicado, tienes dos opciones: o quedarte estancado allí, sufrir y hacerte víctima de la situación; o intentar tomártelo como una lección y empezar a preguntarte el porqué de las cosas y aprender de todo. Yo elegí la segunda opción, y aún sigo escogiéndola.

Cuando iba a Londres, me encerraba durante un par de horas en la librería Foyles de Charing Cross para ir descubriendo autores y libros espirituales: Eckhart Tolle, Marianne Williamson, Louise Hay, Brian Weiss, Wayne Dyer, Osho, Deepak Chopra... Es un mundo fascinante éste de la espiritualidad. No te lo acabas nunca. Siempre hay que aprender. Lo más sorprendente es que, muchas veces lees un libro pero, como no tienes el nivel de conciencia necesario para poder procesar todo lo que te está diciendo, inconscientemente lo dejas de leer porque no te interesa y ... años más tarde, va a parar "casualmente" (lo pongo entre comillas, porque no creo en las casualidades, sino en las "sincronías") de nuevo a tus manos y ... boom! Te resuena de una manera impactante. Incluso, algunos de ellos lo tienes que leer más de una vez para terminar de asimilar todo lo que te dice.

Me pasó esto con 'La Ley de La Atracción' de Esther y Jerry Hicks. Me lo regaló una amiga y se quedó durante años guardado en una estantería de casa hasta que, pasados los años, alguien me habló de eso y recordé: “si tengo este libro en casa!” Y me lo puse a leer como loca. El concepto que explica ‘La Lay de la Atracción’ se hizo muy popular gracias a otro libro: 'El Secreto', uno de los libros de desarrollo personal más populares de la historia.

La ley de la atracción es "una ley natural que determina el orden completo del Universo y de nuestras vidas personales", según la Wikipedia. La teoría que expone es muy fácil: Focalízate en lo que quieres y lo conseguirás. Es totalmente cierto. El problema es que no todo es tan fácil como parece. Por mucho que nos parezca lo contrario, a menudo nos resulta complicado focalizarnos sólo en lo que queremos porque aparecen los miedos y los bloqueos emocionales inconscientes que conducen a la resistencia y al control de cómo queremos que sucedan las cosas, lo que nos paraliza y no nos deja fluir tal como deberíamos. ¿Cuál es la clave? Soltar y confiar. Ya os digo, la teoría es muy fácil, pero nuestra forma de pensar no lo favorece mucho. Ya hablaremos en otros artículos, de todo.


Volvemos a Raimon Samsó, ya que él es una de esas personas que demuestra que la ley de la atracción funciona. Raimon dejó su exitosa carrera en el mundo de la banca para ser escritor. Un buen día soñó con ello, y fue tan valiente como para soltar la estabilidad económica y lanzarse a cumplir su sueño. Y lo consiguió, y estoy convencida de que lo ha superado con creces. Veinte años después ha publicado 21 libros, da conferencias por todo el mundo, ofrece seminarios online y es colaborador del programa de Catalunya Radio 'El oficio de vivir'.

Acabo de darme cuenta que hace años leí uno de sus libros: 'Cita en la cima', en el que ofrece herramientas para encontrar tus talentos personales y convertir tus sueños en realidad. El libro es muy interesante pero, personalmente, admito que no me resultó demasiado eficaz. Quizás porque no tenía claro mi propósito en la vida en ese momento, ni sentía la necesidad de averiguarlo. En todo caso, me pareció muy valuoso leerlo.

De 'Taller de Amor' -el libro que regalé a mi madre- me atrajo el texto de la contraportada: "El amor es la respuesta ante cualquier problema; necesitamos dar soluciones espirituales a problemas materiales. En este Taller aprenderás a responder desde el amor, recuperar tu identidad real, a dejar de sufrir y a vivir desde la paz interior a pesar de las circunstancias". Estoy totalmente de acuerdo con que "el amor es la respuesta a todo problema", así que es evidente que era mi libro. De hecho, creo que también me lo leeré yo.

Mirando los libros de Raimon Samsó, tengo también claro que me tengo que leer 'Dos almas gemelas' y 'Juntos'. "Las almas gemelas a veces se quieren, a veces se hacen daño, pero siempre se enseñan mutuamente. Establecen vínculos más allá del tiempo y el espacio para experimentar el triunfo del amor sobre el miedo", dice el texto de presentación. Está claro que son para mí… ¡ya os contaré!

Os animo a que echéis un vistazo a la web de Raimon Samsó, quizás encontréis algo que os interese en este momento de vuestras vidas.