Mi adorada Teal Swan habla mucho sobre la autenticidad de las personas. Determina que es mega-importante que seamos AUTÉNTICOS. Más allá de juzgar si otra persona es o no "auténtica". Lo importante es saber si nosotros somos o no "auténticos" ante los demás.
Creo que -a medida que me recupero a mí y soy más consciente de lo que siento, de lo que me pasa, de lo que sé- pierdo mi autenticidad ante según que personas. Especialmente cuando me siento juzgada constantemente por ellas.
Es algo así como si cuando tú vives y compartes situaciones con las que otras personas se sienten identificadas, o ante las que otras personas creen saber cuál es tu "problema", todo fluyera y fuera fácil: te entienden, te comprenden y te ayudan. Pero a la mínima que dices algo que les descoloca, o algo que no entienden, se "enfrentan" a ti y pasan directamente a emitir una serie de juicios sobre ti ante los que no vale la pena reaccionar.
¿Callar te hace dejar de ser auténtico? No lo tengo claro.
En todo caso, últimamente siento que debo seguir el juego de ciertas personas y decirles lo que quieren oir. De lo contrario, entraría en conflictos o, peor aún, me derivarían a un centro psiquiátrico por locura. Esto sí es NO ser auténtico. Te estás poniendo una máscara, estás actuando como esperan que actúes. Estás dejando de ser TÚ MISMO para convertirte en otra persona.
Curiosamente hace unas semanas, cuando visité a Ari para que me realizara una lectura de registros akáshicos, estuve hablando con una compañera suya que me explicaba todas las actividades que realizaban en ese centro que habían abierto en Girona. Yo le decía que no con todo el mundo podía hablar sobre temas espirituales, almas y demás... Y ella me respondió que ya hacía tiempo que "había salido del armario" y explicaba lo que hacía a todo el mundo sin problemas.
Bien, resulta que yo no he salido del armario aún. No siento que pueda. No siento que, con todo el mundo, pueda mantener conversaciones sobre almas gemelas, vidas pasadas, registros akáshicos y demás... Como mucho, puedo hablar sobre mindfulness y reiki... Nada más.
¿Por qué? Me diréis. Pues porque no "creen" en ello, porque me juzgarían y considerarían que "no estoy bien de la cabeza" y no tengo ganas.
Es curioso... Salí en su día del armario de la homosexualidad, o de la bisexualidad... Y ahora, es como si tuviera que volver a ocultar una parte de mí referente al mundo espiritual. Qué complicado!
El tema es que el hecho de profundizar en el "mundo espiritual" provoca que te vayas descubriendo más, que vayas evolucionando y que SEAS de cierta manera. Provoca que CREAS o empieces a creer más en ti (aunque a veces se empeñen en "destrozar" tu propia confianza). Provoca que SEAS paciente, comprensivo, compasivo, amable y, evidentemente, algo "alocado" (en el buen sentido de la palabra).
Eso la gente no lo entiende. No entienden cómo puedes decir que el Rencor no sirve para nada, que sólo te hace sufrir aún más. No entienden cómo puedes perdonar al que te hace daño. No entienden cómo puedes ser amable con personas que ellos definen como "malas"... y podría seguir. En resumen: no entienden cómo puedes ser tan diferente a ellos.
La clave del tema es que somos iguales. Todo el mundo puede perdonar, olvidar y amar sin límites. Querer es poder. Pero no lo saben, o no quieren saberlo, y menos hacerlo.
En fin, creo que estoy perdiendo mi autenticidad. Estoy empezando a disfrazarme. A decir que "todo va bien" cuando no es así, a "engañar", a no ser yo, siendo más yo que nunca... A hacer justo lo que siempre he criticado porque siento que no puedo ser honesta. No puedo combatir críticas como "vives en un mundo de fantasía" o "has vivido obsesionada con una relación que no era real". No puedo. Que cada uno crea lo que quiera creer. Me rindo. No quiero ni puedo convencer a nadie de lo que siento, ni de lo que pienso, ni de lo que creo saber. Y menos de lo que yo he vivido y cómo lo he vivido.
Igualmente, más allá de juzgar y valorar la "realidad o no" de esas críticas, si no fuera por esos "mundos de fantasía" ni por esas "obsesiones" no existirían las películas, ni las obras de teatro, ni los libros, ni las canciones de amor, ni la poesía, ni las obras de arte... Así que bienvenidos sean.
Y sobre la autenticidad... será cuestión de continuar explorando sobre el tema.
AUTENTICIDAD
1. Transparencia
2. Alineamiento con lo que es
3. Encajar la expresión externa con la experiencia interna
"La AUTENTICIDAD es el mayor estado de SER que una persona espiritual puede conseguir.
De hecho, en los próximos años, la AUTENTICIDAD será el recambio a la ILUMINACIÓN como el verdadero objetivo de la práctica espiritual" .- Teal Swan
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