Mi adorada Teal Swan habla mucho sobre la autenticidad de las personas. Determina que es mega-importante que seamos AUTÉNTICOS. Más allá de juzgar si otra persona es o no "auténtica". Lo importante es saber si nosotros somos o no "auténticos" ante los demás.
Creo que -a medida que me recupero a mí y soy más consciente de lo que siento, de lo que me pasa, de lo que sé- pierdo mi autenticidad ante según que personas. Especialmente cuando me siento juzgada constantemente por ellas.
Es algo así como si cuando tú vives y compartes situaciones con las que otras personas se sienten identificadas, o ante las que otras personas creen saber cuál es tu "problema", todo fluyera y fuera fácil: te entienden, te comprenden y te ayudan. Pero a la mínima que dices algo que les descoloca, o algo que no entienden, se "enfrentan" a ti y pasan directamente a emitir una serie de juicios sobre ti ante los que no vale la pena reaccionar.
¿Callar te hace dejar de ser auténtico? No lo tengo claro.
En todo caso, últimamente siento que debo seguir el juego de ciertas personas y decirles lo que quieren oir. De lo contrario, entraría en conflictos o, peor aún, me derivarían a un centro psiquiátrico por locura. Esto sí es NO ser auténtico. Te estás poniendo una máscara, estás actuando como esperan que actúes. Estás dejando de ser TÚ MISMO para convertirte en otra persona.
Curiosamente hace unas semanas, cuando visité a Ari para que me realizara una lectura de registros akáshicos, estuve hablando con una compañera suya que me explicaba todas las actividades que realizaban en ese centro que habían abierto en Girona. Yo le decía que no con todo el mundo podía hablar sobre temas espirituales, almas y demás... Y ella me respondió que ya hacía tiempo que "había salido del armario" y explicaba lo que hacía a todo el mundo sin problemas.
Bien, resulta que yo no he salido del armario aún. No siento que pueda. No siento que, con todo el mundo, pueda mantener conversaciones sobre almas gemelas, vidas pasadas, registros akáshicos y demás... Como mucho, puedo hablar sobre mindfulness y reiki... Nada más.
¿Por qué? Me diréis. Pues porque no "creen" en ello, porque me juzgarían y considerarían que "no estoy bien de la cabeza" y no tengo ganas.
Es curioso... Salí en su día del armario de la homosexualidad, o de la bisexualidad... Y ahora, es como si tuviera que volver a ocultar una parte de mí referente al mundo espiritual. Qué complicado!
El tema es que el hecho de profundizar en el "mundo espiritual" provoca que te vayas descubriendo más, que vayas evolucionando y que SEAS de cierta manera. Provoca que CREAS o empieces a creer más en ti (aunque a veces se empeñen en "destrozar" tu propia confianza). Provoca que SEAS paciente, comprensivo, compasivo, amable y, evidentemente, algo "alocado" (en el buen sentido de la palabra).
Eso la gente no lo entiende. No entienden cómo puedes decir que el Rencor no sirve para nada, que sólo te hace sufrir aún más. No entienden cómo puedes perdonar al que te hace daño. No entienden cómo puedes ser amable con personas que ellos definen como "malas"... y podría seguir. En resumen: no entienden cómo puedes ser tan diferente a ellos.
La clave del tema es que somos iguales. Todo el mundo puede perdonar, olvidar y amar sin límites. Querer es poder. Pero no lo saben, o no quieren saberlo, y menos hacerlo.
En fin, creo que estoy perdiendo mi autenticidad. Estoy empezando a disfrazarme. A decir que "todo va bien" cuando no es así, a "engañar", a no ser yo, siendo más yo que nunca... A hacer justo lo que siempre he criticado porque siento que no puedo ser honesta. No puedo combatir críticas como "vives en un mundo de fantasía" o "has vivido obsesionada con una relación que no era real". No puedo. Que cada uno crea lo que quiera creer. Me rindo. No quiero ni puedo convencer a nadie de lo que siento, ni de lo que pienso, ni de lo que creo saber. Y menos de lo que yo he vivido y cómo lo he vivido.
Igualmente, más allá de juzgar y valorar la "realidad o no" de esas críticas, si no fuera por esos "mundos de fantasía" ni por esas "obsesiones" no existirían las películas, ni las obras de teatro, ni los libros, ni las canciones de amor, ni la poesía, ni las obras de arte... Así que bienvenidos sean.
Y sobre la autenticidad... será cuestión de continuar explorando sobre el tema.
AUTENTICIDAD
1. Transparencia
2. Alineamiento con lo que es
3. Encajar la expresión externa con la experiencia interna
"La AUTENTICIDAD es el mayor estado de SER que una persona espiritual puede conseguir.
De hecho, en los próximos años, la AUTENTICIDAD será el recambio a la ILUMINACIÓN como el verdadero objetivo de la práctica espiritual" .- Teal Swan
miércoles, 25 de julio de 2018
jueves, 12 de julio de 2018
Difícil
Tengo un libro pendiente de escribir.
El de nuestra historia.
El de nuestra historia.
Intento hacerlo desde ti.
Poniendome en tu piel, en tu mente,
tratando de entenderte,
intentando comprender cómo me sientes en tu piel.
Tratando de imaginar cómo echas de menos.
Pero al hacerlo descubro un dolor irresistible.
No puedo seguir.
Las lágrimas desbordan mis ojos
al intentar poner en palabras cuáles deben ser tus sentimientos.
No puedo continuar haciéndolo.
No logro entender cómo echándome así de menos,
cómo sintiendo ese dolor que debes sentir,
sigues dejándome ir.
Sigues sin venir a buscarme
Me pongo en tu piel y trato de sentir cómo sientes
imagino que no puedes quererme
pienso que mantienes la distancia para que yo pueda rehacer mi vida
"Rehacer mi vida".
No sé ni qué significa.
Me dejas ir para que otra persona me pueda encontrar.
Para que alguien sea capaz de amarme como tú no has sido capaz.
Como tú no quieres ser capaz.
Pero la pregunta es:
¿Seré yo capaz de amar a alguien como te amo a ti?
No te das cuenta de la gran incongruencia:
Me debes amar mucho para ser capaz de decidir no venir a por mi.
Para dejar que viva lo que debía vivir contigo junto a otra mujer.
Y, si me amas tanto ¿por qué no eres capaz de decírmelo?
Poniendome en tu piel, en tu mente,
tratando de entenderte,
intentando comprender cómo me sientes en tu piel.
Tratando de imaginar cómo echas de menos.
Pero al hacerlo descubro un dolor irresistible.
No puedo seguir.
Las lágrimas desbordan mis ojos
al intentar poner en palabras cuáles deben ser tus sentimientos.
No puedo continuar haciéndolo.
No logro entender cómo echándome así de menos,
cómo sintiendo ese dolor que debes sentir,
sigues dejándome ir.
Sigues sin venir a buscarme
Me pongo en tu piel y trato de sentir cómo sientes
imagino que no puedes quererme
pienso que mantienes la distancia para que yo pueda rehacer mi vida
"Rehacer mi vida".
No sé ni qué significa.
Me dejas ir para que otra persona me pueda encontrar.
Para que alguien sea capaz de amarme como tú no has sido capaz.
Como tú no quieres ser capaz.
Pero la pregunta es:
¿Seré yo capaz de amar a alguien como te amo a ti?
No te das cuenta de la gran incongruencia:
Me debes amar mucho para ser capaz de decidir no venir a por mi.
Para dejar que viva lo que debía vivir contigo junto a otra mujer.
Y, si me amas tanto ¿por qué no eres capaz de decírmelo?
¿Por qué no vienes?
¿Por qué decides que no vivamos nuestra historia?
Nuestra historia está escrita.
Está en las páginas del libro de nuestras vidas,
uno de aquellos de la serie "elige tu propia aventura".
Decidíste que saltáramos a la página del final triste
en lugar de saltar a la página del final feliz,
en la que, cuando el libro se acaba,
tienes la certeza que comienza la felicidad absoluta para sus protagonistas.
Te puse a prueba y decidiste por las dos
y así estamos, tristes y dolidas,
viviendo en la distancia,
sufriendo el silencio,
echándonos de menos.
Sí, tú a tu manera.
Yo a la mía.
Tú con tu discurso.
Yo con el mío.
Pero nos faltamos igual.
Nos dolemos igual.
Escuchas mi nombre y sientes.
Escucho tu nombre y siento.
Seguirás diciendo que no me amas,
pero tu gesto es de amor.
Piensas que no eres capaz de amarme
pero si alguien puede hacerlo como nadie,
ésa eres tú.
Desconectas de mí para no sentir dolor
y yo desconecto de mí pensando en ti
mi desconexión es reflejo de la tuya
¿cómo vas a conectar conmigo si no lo hago yo?
Difícil entramado éste del amor roto.
Del amor prohibido, del amor callado.
Del amor negado, del amor reprimido.
Del amor que no puede vivirse.
Del amor que queda en mí estancado.
Del amor que tiene dueña pero lo rechaza.
Del amor que debe volver a mí.
Del amor que tiene tu nombre.
Del amor que vuelve a mí lleno de ti.
Difícil esto de estar lejos.
Difícil esto de no verte y no tenerte.
Difícil soportar tanto dolor.
Difícil callar a mi corazón.
Difícil...
¿Por qué decides que no vivamos nuestra historia?
Nuestra historia está escrita.
Está en las páginas del libro de nuestras vidas,
uno de aquellos de la serie "elige tu propia aventura".
Decidíste que saltáramos a la página del final triste
en lugar de saltar a la página del final feliz,
en la que, cuando el libro se acaba,
tienes la certeza que comienza la felicidad absoluta para sus protagonistas.
Te puse a prueba y decidiste por las dos
y así estamos, tristes y dolidas,
viviendo en la distancia,
sufriendo el silencio,
echándonos de menos.
Sí, tú a tu manera.
Yo a la mía.
Tú con tu discurso.
Yo con el mío.
Pero nos faltamos igual.
Nos dolemos igual.
Escuchas mi nombre y sientes.
Escucho tu nombre y siento.
Seguirás diciendo que no me amas,
pero tu gesto es de amor.
Piensas que no eres capaz de amarme
pero si alguien puede hacerlo como nadie,
ésa eres tú.
Desconectas de mí para no sentir dolor
y yo desconecto de mí pensando en ti
mi desconexión es reflejo de la tuya
¿cómo vas a conectar conmigo si no lo hago yo?
Difícil entramado éste del amor roto.
Del amor prohibido, del amor callado.
Del amor negado, del amor reprimido.
Del amor que no puede vivirse.
Del amor que queda en mí estancado.
Del amor que tiene dueña pero lo rechaza.
Del amor que debe volver a mí.
Del amor que tiene tu nombre.
Del amor que vuelve a mí lleno de ti.
Difícil esto de estar lejos.
Difícil esto de no verte y no tenerte.
Difícil soportar tanto dolor.
Difícil callar a mi corazón.
Difícil...
lunes, 9 de julio de 2018
Rechazo, Abandono y Depresión
Debo explorar tres temas: el rechazo, el abandono y la depresión. Estoy inmersa en ello. Los siento como una puñalada profunda en el estómago. Duele.
Cuando pueda con ellos, cuando los conozca profundamente, cuando haya convivido con ellos durante un tiempo y haya conseguido ver que no hay que temerles, que al aceptarlos su fuerza se diluye, seré una persona nueva. Más fuerte, más valiente, más orgullosa de mí.
EL RECHAZO. Aceptarlo es complicado. Supone que alguien no te escoge. Se aleja de ti. Decide que no formes parte de su vida. Podríamos hablar de rechazo laboral pero, en mi caso, hablo de rechazo personal. No sé cuál debe doler más. Hay muchos profesionales que se deben enfrentar diariamente al rechazo. Se presentan a pruebas y no los escogen. Ilusión y decepción. No es nada fácil lidiar con eso. Pero el rechazo personal... creo que duele más. Sobretodo cuando te rechaza alguien a quien amas.
Durante años he visto a padres que rechazaban a sus hijos. Hay muchos que no los aceptan como son. Hay muchos que no son capaces de cuidarles como se merecen y deciden rechazarlos. ¿Qué se debe sentir ante ese empujón? Dolor. Infinito dolor. ¿Cómo se supera? Con la aceptación. Así de fácil y así de difícil.
Todo tipo de rechazo se supera aceptándolo y, sobretodo, no rechazándote a ti mismo. El gran problema del rechazo es que nosotros mismos seamos quienes nos auto-rechacemos. Cuando pones tu foco en otro y no en ti. Cuando das poder a otra persona sobre ti, te estás rechazando. Estás amando más a la otra persona que a ti mismo. Y, evidentemente, si esa persona te rechaza, es porque antes te has rechazado a ti mismo.
También te rechazan porque haces que surja algo en ella que no pueden soportar. Demasiada intensidad. Demasiado amor. Demasiada compasión. Demasiada vida... No pueden con todo lo que tienes que ofrecerles. Es demasiado para ellos. Están en otro punto. No es por ti. Es por ellos. Es un típico tópico. Pero es así. Y huyen. Y lo tienes que aceptar. Les tienes que dejar ir.
El rechazo se supera abrazándonos, mimándonos, queriéndonos, amándonos y, sobre todo, aceptándonos tal y como somos.
A lo largo de mi vida he sentido el rechazo en varias ocasiones, y le he sentido pánico. Supongo que por eso me convertí en una persona tan complaciente. Para evitarlo. Para gustar a todo el mundo. Para que todo el mundo quisiera estar conmigo. Pero el problema de complacer a todo el mundo, es que te olvidas de complacerte a ti. Te olvidas de preguntarte si realmente quieres o no hacer algo. Te olvidas de ti.
Recuerdo que una de las cosas que más me dolían en la vida, siendo pequeña, era que me dejaran de hablar. ¿Sabéis los típicos enfados entre niños en plan "ahora me enfado y no te hablo"? Pues esos. No los soportaba. Iba detrás de la persona que se enfadaba como perro en celo, intentando que me hablara o me explicara qué le pasaba. No entendía su enfado. No entendía qué había hecho y cómo no era capaz de dialogar conmigo para intentar solucionarlo.
Creo que una de las personas que me dejaba de hablar cada vez que se enfadaba era mi madre. Pero tengo recuerdos muy vagos al respecto. Curioso.
El rechazo de una madre, de un amigo y, peor aún, del amor de tu vida, es tremendamente doloroso. Duele a rabiar. No hay operaciones para eso. Sí, hay anestésicos, como el alcohol y las drogas, que muchos utilizan para evitar el dolor. Pero no se trata de evadirlo, porque si lo haces, seguirá ahí toda la vida. Se trata de enfrentarte a ello. Aceptarlo, abrazarlo y dejarlo ir. El rechazo marcha. Una vez se va, ya no vuelve. Eso lo tengo claro.
Aunque no sólo te rechazan a ti. Tú también rechazas a otros en la vida. Rechazas a gente que no soportas por un motivo u otro. Rechazas a cierto tipo de personas a las que no te quieres parecer, o quieres mantener lejos de tu vida. Rechazas porque no te gusta lo que ves en otros... Quizás porque sean partes de ti que no quieres ver. Pero rechazas. Supongo que la clave está en no rechazar, sino en abrazar, aceptar que cada uno es como es, y hacer tu propio camino.
EL ABANDONO. Es fruto del rechazo. Cuando te rechazan te sientes solo, te sientes abandonado, "tirado" cual perro en la carretera. "Él nunca lo haría" dicen de los animales. Cierto es. Un animal nunca te abandona. En todo caso, somos los humanos los que los abandonados.
Me han abandonado. Me han dejado sola. El dolor del abandono, fruto del rechazo. Tenemos miedo al rechazo porque tenemos miedo a sentirnos abandonados, desamparados, solos. Sin el cariño de un amor, sin el amor de una madre.
Madres abandonan a sus hijos. Parejas abandonan a sus amores. Soledad. Fragilidad. Injusticia. Frialdad. Desconexión. Incomprensión. Duda. Miedo. Son las consecuencias del abandono. No es fácil enfrentarse a todo eso.
Por suerte, a nuestro alrededor hay muchas personas que nos quieren y pueden ayudar. Ellos no te rechazan, ellos te abrazan, te escuchan, te entienden, te comprenden y te quieren. Cada uno a su manera, cada uno a su nivel. Familia, amigos y profesionales te ofrecen refugio ante esta situación. Pero en el fondo, quien más te puede ayudar eres tú mismo. Con tu actitud. Con tu valentía. Con tu "tirar hacia adelante". Con tu fé en el proceso. Aprendiendo a amarte, a aceptarte y a no abandonarte.
Quienes te rechazan son reflejo de tu propio rechazo, quienes te abrazan son reflejo de tu propio amor. Quédate ahí. Nada en el amor. Sumérgete en él. Déjate querer. Escúchate y ámate.
Es cierto que a ratos aflora LA DEPRESIÓN. Cuando te sumerges en el rechazo y en el abandono, empiezas a mirar hacia el pasado. Tu mente comienza a recibir imágenes de los buenos momentos, del AMOR que hubo, de la FELICIDAD EXTREMA, de la PASIÓN, de la VIDA y la PLENITUD que sentías con esa persona especial. Y la tristeza se apodera de ti. La pena comienza a emerger y necesitas llorar y lamentar esa pérdida tan incomprensible. ¿Por qué no me puedes querer como yo te quiero? ¿Por qué no quieres estar conmigo? ¿Por qué huyes de mí? ¿Por qué no vienes a buscarme? ¿Por qué me dejas aquí, sola?
No hay respuestas a esas preguntas, así que es inútil hacérselas. Lo que la otra persona siente o piense no está al alcance de tu mano. Incluso ni tan sólo al alcance de la suya. Incluso ni esa persona podría responderlas. Pero lo que sí que es cierto es que su huida de ti es un reflejo de tu misma huida de ti. Que su "no querer estar contigo" es un reflejo del "no querer estar a solas contigo misma" y que su "no te quiero" es reflejo del "no te quieres a ti misma".
Así que la clave de todo, como ya he comentado en otras ocasiones es AMARSE, ACEPTARSE, QUERERSE, ABRAZARSE, CONOCERSE, MIMARSE, ESCUCHARSE y empezar una relación fiel y durarera con uno mismo.
Rechazo, Abandono, Depresión: Estáis ahí. Os siento. Pero sé que me estáis ayudando a crecer, así que gracias y seguro que, en breve, os iréis para no volver.
Cuando pueda con ellos, cuando los conozca profundamente, cuando haya convivido con ellos durante un tiempo y haya conseguido ver que no hay que temerles, que al aceptarlos su fuerza se diluye, seré una persona nueva. Más fuerte, más valiente, más orgullosa de mí.
EL RECHAZO. Aceptarlo es complicado. Supone que alguien no te escoge. Se aleja de ti. Decide que no formes parte de su vida. Podríamos hablar de rechazo laboral pero, en mi caso, hablo de rechazo personal. No sé cuál debe doler más. Hay muchos profesionales que se deben enfrentar diariamente al rechazo. Se presentan a pruebas y no los escogen. Ilusión y decepción. No es nada fácil lidiar con eso. Pero el rechazo personal... creo que duele más. Sobretodo cuando te rechaza alguien a quien amas.
Durante años he visto a padres que rechazaban a sus hijos. Hay muchos que no los aceptan como son. Hay muchos que no son capaces de cuidarles como se merecen y deciden rechazarlos. ¿Qué se debe sentir ante ese empujón? Dolor. Infinito dolor. ¿Cómo se supera? Con la aceptación. Así de fácil y así de difícil.
Todo tipo de rechazo se supera aceptándolo y, sobretodo, no rechazándote a ti mismo. El gran problema del rechazo es que nosotros mismos seamos quienes nos auto-rechacemos. Cuando pones tu foco en otro y no en ti. Cuando das poder a otra persona sobre ti, te estás rechazando. Estás amando más a la otra persona que a ti mismo. Y, evidentemente, si esa persona te rechaza, es porque antes te has rechazado a ti mismo.
También te rechazan porque haces que surja algo en ella que no pueden soportar. Demasiada intensidad. Demasiado amor. Demasiada compasión. Demasiada vida... No pueden con todo lo que tienes que ofrecerles. Es demasiado para ellos. Están en otro punto. No es por ti. Es por ellos. Es un típico tópico. Pero es así. Y huyen. Y lo tienes que aceptar. Les tienes que dejar ir.
El rechazo se supera abrazándonos, mimándonos, queriéndonos, amándonos y, sobre todo, aceptándonos tal y como somos.
A lo largo de mi vida he sentido el rechazo en varias ocasiones, y le he sentido pánico. Supongo que por eso me convertí en una persona tan complaciente. Para evitarlo. Para gustar a todo el mundo. Para que todo el mundo quisiera estar conmigo. Pero el problema de complacer a todo el mundo, es que te olvidas de complacerte a ti. Te olvidas de preguntarte si realmente quieres o no hacer algo. Te olvidas de ti.
Recuerdo que una de las cosas que más me dolían en la vida, siendo pequeña, era que me dejaran de hablar. ¿Sabéis los típicos enfados entre niños en plan "ahora me enfado y no te hablo"? Pues esos. No los soportaba. Iba detrás de la persona que se enfadaba como perro en celo, intentando que me hablara o me explicara qué le pasaba. No entendía su enfado. No entendía qué había hecho y cómo no era capaz de dialogar conmigo para intentar solucionarlo.
Creo que una de las personas que me dejaba de hablar cada vez que se enfadaba era mi madre. Pero tengo recuerdos muy vagos al respecto. Curioso.
El rechazo de una madre, de un amigo y, peor aún, del amor de tu vida, es tremendamente doloroso. Duele a rabiar. No hay operaciones para eso. Sí, hay anestésicos, como el alcohol y las drogas, que muchos utilizan para evitar el dolor. Pero no se trata de evadirlo, porque si lo haces, seguirá ahí toda la vida. Se trata de enfrentarte a ello. Aceptarlo, abrazarlo y dejarlo ir. El rechazo marcha. Una vez se va, ya no vuelve. Eso lo tengo claro.
Aunque no sólo te rechazan a ti. Tú también rechazas a otros en la vida. Rechazas a gente que no soportas por un motivo u otro. Rechazas a cierto tipo de personas a las que no te quieres parecer, o quieres mantener lejos de tu vida. Rechazas porque no te gusta lo que ves en otros... Quizás porque sean partes de ti que no quieres ver. Pero rechazas. Supongo que la clave está en no rechazar, sino en abrazar, aceptar que cada uno es como es, y hacer tu propio camino.
EL ABANDONO. Es fruto del rechazo. Cuando te rechazan te sientes solo, te sientes abandonado, "tirado" cual perro en la carretera. "Él nunca lo haría" dicen de los animales. Cierto es. Un animal nunca te abandona. En todo caso, somos los humanos los que los abandonados.
Me han abandonado. Me han dejado sola. El dolor del abandono, fruto del rechazo. Tenemos miedo al rechazo porque tenemos miedo a sentirnos abandonados, desamparados, solos. Sin el cariño de un amor, sin el amor de una madre.
Madres abandonan a sus hijos. Parejas abandonan a sus amores. Soledad. Fragilidad. Injusticia. Frialdad. Desconexión. Incomprensión. Duda. Miedo. Son las consecuencias del abandono. No es fácil enfrentarse a todo eso.
Por suerte, a nuestro alrededor hay muchas personas que nos quieren y pueden ayudar. Ellos no te rechazan, ellos te abrazan, te escuchan, te entienden, te comprenden y te quieren. Cada uno a su manera, cada uno a su nivel. Familia, amigos y profesionales te ofrecen refugio ante esta situación. Pero en el fondo, quien más te puede ayudar eres tú mismo. Con tu actitud. Con tu valentía. Con tu "tirar hacia adelante". Con tu fé en el proceso. Aprendiendo a amarte, a aceptarte y a no abandonarte.
Quienes te rechazan son reflejo de tu propio rechazo, quienes te abrazan son reflejo de tu propio amor. Quédate ahí. Nada en el amor. Sumérgete en él. Déjate querer. Escúchate y ámate.
Es cierto que a ratos aflora LA DEPRESIÓN. Cuando te sumerges en el rechazo y en el abandono, empiezas a mirar hacia el pasado. Tu mente comienza a recibir imágenes de los buenos momentos, del AMOR que hubo, de la FELICIDAD EXTREMA, de la PASIÓN, de la VIDA y la PLENITUD que sentías con esa persona especial. Y la tristeza se apodera de ti. La pena comienza a emerger y necesitas llorar y lamentar esa pérdida tan incomprensible. ¿Por qué no me puedes querer como yo te quiero? ¿Por qué no quieres estar conmigo? ¿Por qué huyes de mí? ¿Por qué no vienes a buscarme? ¿Por qué me dejas aquí, sola?
No hay respuestas a esas preguntas, así que es inútil hacérselas. Lo que la otra persona siente o piense no está al alcance de tu mano. Incluso ni tan sólo al alcance de la suya. Incluso ni esa persona podría responderlas. Pero lo que sí que es cierto es que su huida de ti es un reflejo de tu misma huida de ti. Que su "no querer estar contigo" es un reflejo del "no querer estar a solas contigo misma" y que su "no te quiero" es reflejo del "no te quieres a ti misma".
Así que la clave de todo, como ya he comentado en otras ocasiones es AMARSE, ACEPTARSE, QUERERSE, ABRAZARSE, CONOCERSE, MIMARSE, ESCUCHARSE y empezar una relación fiel y durarera con uno mismo.
Rechazo, Abandono, Depresión: Estáis ahí. Os siento. Pero sé que me estáis ayudando a crecer, así que gracias y seguro que, en breve, os iréis para no volver.
domingo, 1 de julio de 2018
Sobre el AMOR y el libro 'Registros Akáshicos' de Santos Ávila
Hoy he descubierto que mi gran pasión es el AMOR. Lo he descubierto meditando. Haciendo uno de los ejercicios que propone Santos Ávila (www.santosavila.com) en su libro ‘Registros Akáshicos’.
Por cierto, abro un paréntesis para hablaros de Santos. Lo descubrí navegando por internet. Cuando estás pasando por una situación dolorosa, incongruente, sin sentido... necesitas buscar respuestas. Le envié un email diciendo que había ido a parar a su web navegando por internet, visitando el apartado de "regresiones" del Institut de Salut Holística. Le expliqué brevemente mi situación y le pregunté si podría hacer alguna sesión con él y que qué me recomendaría. Me recomendó hacer una sesión de Sanación Cuántica para "empezar a liberar bloqueos desde un punto de vista energetico, emocional y mental".
Acudí al Institut de Salut Holística de Barcelona para realizar esa sesión que me recomendó y, al verle, tuve esa sensación de "le conozco" que tengo con algunas personas que pasan por mi vida (tampoco me pasa demasiado a menudo).
Me hizo pasar a una sala, nos sentamos los dos en unos butacones, uno frente al otro, y me sugirió realizar un escaner corporal para ver dónde tenía los bloqueos. Le expliqué que sentía un enorme nudo en el estómago y me dijo que cerrara los ojos y repitiera las palabras que él me iba diciendo... Lo hice así y el nudo casi se desvaneció por completo.
A continuación me sugirió que cerrara los ojos, mientras él hacía trabajos energéticos y, tras eso, que le explicara lo que había pasado por mi mente. Tras explicarle lo que visualicé y lo que sentí, Santos me dio una explicación a lo que ocurría y me proporcionó ciertas técnicas para trabajar sobre ese tema. Así tres o cuatro veces. Cada vez la visualización era diferente, cada vez la técnica era diferente.
Salí de la consulta súper relajada, y con mucha energía. Dispuesta a comerme el mundo. Sigo utilizando las técnicas que me recomendó. Una de ellas es hacer de manera CONSCIENTE todo tipo de limpieza: lavando los platos, limpiando el polvo de casa, fregando el suelo, duchándome... Hacerlo pensando en eliminar toda "la suciedad", toda "la energía negativa" que haya acumulada en la casa, en mí, en mis pensamientos...
Le hablé sobre Santos a una amiga, y semanas después, la acompañé a su consulta para que la ayudara con sus propios bloqueos emocionales. Ese día mi amiga decidió regalarme uno de los libros de Santos, el que os comentaba al principio, 'Registros Akáshicos - Doce herramientas para mejorar la calidad de vista y la autoestima'. Ciertamente, mi amiga no podría haber escogido mejor libro para mí.
De manera muy desenfadada, y sin profundizar demasiado en la espiritualidad, Santos explica 12 técnicas que podemos utilizar para desbloquearnos, para conocernos algo mejor y para fomentar la autoestima. Prácticamente me lo he leido entero, tan sólo me faltan unas cuatro o cinco técnicas... Tengo que decir que las estoy utilizando prácticamente todas, alguna con mayor frecuencia que otra, y me encantan. Os recomiendo su lectura fervorosamente.
Por cierto, la dedicatoria que Santos me escribió en el libro fue tan acertada que al leerla sentí que me conocía toda la vida. Un regalazo el de mi amiga, vaya. Gracias desde aquí a los dos!
Bien, pues haciendo uno de los ejercicios que propone Santos en su libro (y que no os desvelaré porque así os animo a comprarlo) me ha llevado a descubrir que mi gran pasión en la vida es el AMOR. Yo pensaba que eran los musicales. Pero resulta que no. Es el AMOR. Por eso, no poder ganarme la vida trabajando en ese mundo no me hace sentirme frustrada, lo que me frustra realmente es no poder AMAR a quien quiero AMAR.
Por eso, siempre que he estado locamente enamorada he priorizado el AMOR a los musicales. Porque mi verdadera pasión es AMAR y que me amen. No me estaba olvidando de mi verdadera pasión... todo lo contrario! Los musicales escondían lo que era mi verdadera pasión... Por eso me gustan tanto, porque elevan el amor potencialmente.
Por eso me gustan las canciones de amor, los libros de amor, los musicales de amor... todo tipo de arte que sea expresión del AMOR. Este es el punto. Y me ha hecho muy feliz descubrirlo.
Cierto es que Marta, mi masajista, me dijo nada más conocerme que había venido a este mundo a trabajar el AMOR... Pero no le hice demasiado caso. Ahora lo veo todo mucho más claro.
Una vez averiguado esto, tengo que descubrir qué hacer con este AMOR que no puedo entregar a quien me gustaría, ya que no lo quiere recibir. Supongo que tengo que aprender a entregármelo a mí misma, y a ser feliz llenándome de ese AMOR que sale de mí a raudales y que, ahora mismo, no tiene dueña, ya que a quien moriría por dárselo, lo ha rechazado.
Evidentemente, tengo claro que el AMOR no es algo que pertenezca únicamente a la pareja, así que lo seguiré dando a mis amig@s, y a mi familia, pero ya me entendéis... No es lo mismo... Falta la pasión, los arrumacos, los despertares entre abrazos, dormirse acurrucada a la persona que amas, los besos inesperados, la intimidad, las miradas cómplices... y todo lo que es propio de la pareja... Pero seguiré sin ello hasta que aparezca la persona que conquiste mi corazón y que desee recibir este AMOR sin límites. No queda otra. Aprenderemos pues a querernos un poquito más a nosotr@s mism@s. Debe ser parte del camino.
Por cierto, abro un paréntesis para hablaros de Santos. Lo descubrí navegando por internet. Cuando estás pasando por una situación dolorosa, incongruente, sin sentido... necesitas buscar respuestas. Le envié un email diciendo que había ido a parar a su web navegando por internet, visitando el apartado de "regresiones" del Institut de Salut Holística. Le expliqué brevemente mi situación y le pregunté si podría hacer alguna sesión con él y que qué me recomendaría. Me recomendó hacer una sesión de Sanación Cuántica para "empezar a liberar bloqueos desde un punto de vista energetico, emocional y mental".
Acudí al Institut de Salut Holística de Barcelona para realizar esa sesión que me recomendó y, al verle, tuve esa sensación de "le conozco" que tengo con algunas personas que pasan por mi vida (tampoco me pasa demasiado a menudo).
Me hizo pasar a una sala, nos sentamos los dos en unos butacones, uno frente al otro, y me sugirió realizar un escaner corporal para ver dónde tenía los bloqueos. Le expliqué que sentía un enorme nudo en el estómago y me dijo que cerrara los ojos y repitiera las palabras que él me iba diciendo... Lo hice así y el nudo casi se desvaneció por completo.
A continuación me sugirió que cerrara los ojos, mientras él hacía trabajos energéticos y, tras eso, que le explicara lo que había pasado por mi mente. Tras explicarle lo que visualicé y lo que sentí, Santos me dio una explicación a lo que ocurría y me proporcionó ciertas técnicas para trabajar sobre ese tema. Así tres o cuatro veces. Cada vez la visualización era diferente, cada vez la técnica era diferente.
Salí de la consulta súper relajada, y con mucha energía. Dispuesta a comerme el mundo. Sigo utilizando las técnicas que me recomendó. Una de ellas es hacer de manera CONSCIENTE todo tipo de limpieza: lavando los platos, limpiando el polvo de casa, fregando el suelo, duchándome... Hacerlo pensando en eliminar toda "la suciedad", toda "la energía negativa" que haya acumulada en la casa, en mí, en mis pensamientos...
Le hablé sobre Santos a una amiga, y semanas después, la acompañé a su consulta para que la ayudara con sus propios bloqueos emocionales. Ese día mi amiga decidió regalarme uno de los libros de Santos, el que os comentaba al principio, 'Registros Akáshicos - Doce herramientas para mejorar la calidad de vista y la autoestima'. Ciertamente, mi amiga no podría haber escogido mejor libro para mí.
De manera muy desenfadada, y sin profundizar demasiado en la espiritualidad, Santos explica 12 técnicas que podemos utilizar para desbloquearnos, para conocernos algo mejor y para fomentar la autoestima. Prácticamente me lo he leido entero, tan sólo me faltan unas cuatro o cinco técnicas... Tengo que decir que las estoy utilizando prácticamente todas, alguna con mayor frecuencia que otra, y me encantan. Os recomiendo su lectura fervorosamente.
Por cierto, la dedicatoria que Santos me escribió en el libro fue tan acertada que al leerla sentí que me conocía toda la vida. Un regalazo el de mi amiga, vaya. Gracias desde aquí a los dos!
Bien, pues haciendo uno de los ejercicios que propone Santos en su libro (y que no os desvelaré porque así os animo a comprarlo) me ha llevado a descubrir que mi gran pasión en la vida es el AMOR. Yo pensaba que eran los musicales. Pero resulta que no. Es el AMOR. Por eso, no poder ganarme la vida trabajando en ese mundo no me hace sentirme frustrada, lo que me frustra realmente es no poder AMAR a quien quiero AMAR.
Por eso, siempre que he estado locamente enamorada he priorizado el AMOR a los musicales. Porque mi verdadera pasión es AMAR y que me amen. No me estaba olvidando de mi verdadera pasión... todo lo contrario! Los musicales escondían lo que era mi verdadera pasión... Por eso me gustan tanto, porque elevan el amor potencialmente.
Por eso me gustan las canciones de amor, los libros de amor, los musicales de amor... todo tipo de arte que sea expresión del AMOR. Este es el punto. Y me ha hecho muy feliz descubrirlo.
Cierto es que Marta, mi masajista, me dijo nada más conocerme que había venido a este mundo a trabajar el AMOR... Pero no le hice demasiado caso. Ahora lo veo todo mucho más claro.
Una vez averiguado esto, tengo que descubrir qué hacer con este AMOR que no puedo entregar a quien me gustaría, ya que no lo quiere recibir. Supongo que tengo que aprender a entregármelo a mí misma, y a ser feliz llenándome de ese AMOR que sale de mí a raudales y que, ahora mismo, no tiene dueña, ya que a quien moriría por dárselo, lo ha rechazado.
Evidentemente, tengo claro que el AMOR no es algo que pertenezca únicamente a la pareja, así que lo seguiré dando a mis amig@s, y a mi familia, pero ya me entendéis... No es lo mismo... Falta la pasión, los arrumacos, los despertares entre abrazos, dormirse acurrucada a la persona que amas, los besos inesperados, la intimidad, las miradas cómplices... y todo lo que es propio de la pareja... Pero seguiré sin ello hasta que aparezca la persona que conquiste mi corazón y que desee recibir este AMOR sin límites. No queda otra. Aprenderemos pues a querernos un poquito más a nosotr@s mism@s. Debe ser parte del camino.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)