miércoles, 1 de octubre de 2014

Sobre la serie ‘Nashville’ y su mensaje…

Teniendo como fondo el último y precioso álbum de Vanesa Martín ‘Crónica de un Baile’ intentaré concentrarme lo máximo posible por compartir con vosotros lo que más me gusta de mi actual serie de televisión preferida: ‘Nashville’.

‘Nashville’ me atrajo en un primer momento porque se centraba en la historia de dos cantantes de country, el género musical por excelencia de esa localidad norteamericana. La música y la industria musical me apasiona… aunque quizás más desde la distancia que de cerca. El problema que estoy comprobando que tengo con la industria cultural es que, al final, después de muchos años trabajando en ello, me he dado cuenta de que la pasión queda difuminada ante la potencia de la “industria” y del negocio. Hay quien lo sabe llevar más o menos bien, y hay quien, como nosotras, no lo llevamos nada bien. De esto trata ‘Nashville’.

Sus personajes protagonistas -la madura y serena Rayna James y la joven y ambiciosa Juliette Barnes- retratan perfectamente esto, la importancia de su capacidad para mantener el equilibrio entre su pasión, la industria, y su vida privada. Un juego de equilibrista vamos!

Me encanta ‘Nashville’ porque me parece muy real. Lo poco o lo mucho que he vivido en relación con el mundo artístico queda perfectamente retratado: la presión que te imponen los directivos por conseguir éxitos de ventas a cualquier precio, las manipulaciones, las mentiras, la importancia de tener un entorno personal estable… Razzle Dazzle Them!

Además de las interesantes historias de Rayna y Juliette, hay muchas subtramas interesantes: la de Scarlett, una joven con mucho talento que se ve abrumada por la presión que supone intentar conseguir ser una cantante de éxito; la de Will Lexington, un joven cantante con un gran futuro a la vista que intenta ocultar a los demás y a sí mismo su homosexualidad; la de los jóvenes Avery y Gunnar quienes, tras varios problemas, deciden firmemente moverse en este negocio tan sólo por pasión, sin dejarse manipular por aquellos  que controlan los hilos; o la de las pequeñas hijas de Rayna, quienes hace poco descubrí que son hermanas en la vida real y hace años que cantan juntas! En su canal Youtube podéis ver vídeos realmente magníficos. Su nombre es Lennon and Maisy.

En fin, que es de esas series que no quieres que acaben nunca, y a cada temporada me parece más interesante!

Quizás sea también por el momento que estoy viviendo, en el que creo tener la capacidad de ver el mundo artístico desde fuera, con todos sus horribles entramados… Quizás la pasión que sentía cuando era más inocente se esté difuminando y todo me cueste más… O quizás haya madurado y ahora ya no esté dispuesta a según qué cosas… Creo que me pasa un poco como a Avery y Gunnar… la ilusión me llevó a hacer cosas que ahora no haría… pero si no las hubiera hecho no hubiera aprendido…

Es que este mundo me parece muy complicado… Quizás porque estoy más apegada a él que a otros… Pero recuerdo en su día las palabras que nos dijo una actriz “tenéis demasiado buen corazón para hacer esto”… y yo creo que tenía razón… No sabemos aún encontrar el equilibrio, y todo nos duele demasiado… Ver injusticias nos indigna… Ver cómo todo es un juego, cómo gente a la que quieres “se vende” y hace cosas que juró no hacer jamás y darte cuenta de las manipulaciones y los intereses de los que mueven los hilos es bastante desolador… Como mínimo yo no lo sé llevar… Creo que no sé jugar…

Supongo que ‘Nashville’ de alguna manera ofrece el mensaje de que tú también puedes poner las reglas del juego, de TU juego; y que no tiene que ser el de la mayoría de la gente… Creo que en eso estamos ahora mismo, en intentar poner las reglas de NUESTRO juego y dejar de jugar la partida según lo que los otros quieran… También se tiene que poder! Como siempre… se trata simplemente de “seguir a tu corazón”.

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