martes, 13 de octubre de 2015

Sobre la dignidad vs el amor incondicional…

Además de mi propia experiencia, a mi alrededor hay dos personas que están viviendo situaciones similares, planteándonos también esta pregunta. No teniendo nada clara la respuesta. O, mejor dicho, teniéndola clara teóricamente, pero cayendo en “¿errores?” a nivel práctico. Pongo “errores” entre comillas, porque no tengo claro si son errores o no.

Este blog se llama “sigue a tu corazón”, así que si estos “errores” son fruto de escuchar a nuestro corazón y no a nuestra razón, supongo que no deben ser errores. Aunque cualquiera que observara la situación desde fuera seguramente opinaría lo contrario.

Explico lo que intento decir. Hay personas que te atrapan de manera especial. No sabes por qué pero te conquistan a nivel emocional, entran dentro de ti, conectas con ell@s intensamente. Y no tienes por qué desear una relación romántica con ell@s... O sí… Pero no me refiero tan sólo al típico “enamoramiento”. Va más allá.

Por esa persona eres capaz de hacer cualquier cosa. Te conviertes en su “¿protector?” o “¿salvador?”. Ves un mensaje suyo, te entra una alegría inmensa y respondes al instante; te preocupa su bienestar; eres capaz de sentir cómo se siente a distancia; y de golpe, no te das cuenta, y estableces una relación desequilibrada, en la que una parte da un 90% y la otra tan sólo un 10%.

Además, la parte baja de la balanza, el “receptor”, tiene la “osadía” de faltar al respeto al “protector”. No respondiendo sus mensajes, ignorándole e, incluso, en ocasiones despreciándole.

Pero claro, el “protector”, como tal, aunque se siente dolido por tal “agravio”, es comprensivo. Es mucho más maduro y entiende (o intenta entender) porqué la otra persona reacciona así, y le perdona. Así una tras otra, tras otra vez… hasta mil! Pero claro, las heridas que el “receptor” provoca en el “protector” son cada vez más profundas, porque cuando una aún no se ha sanado, llega otra que hace que la primera sea más dolorosa. Entonces ¿qué pasa? ¿qué se debe hacer?

¿Debemos auto-protegernos y marcar distancias con la otra persona “inconsciente” que no es capaz de saberse merecedor de tu ayuda/apoyo/amor? ¿Debemos seguir estando “por encima de todas las cosas” y comprender que la otra persona no es consciente de lo que hace pero que, en el fondo, te quiere y respeta aunque no lo sabe demostrar, y seguir estando a su lado? ¿Qué creéis?

Mis amigas lo tienen claro. Debemos abandonar. Debemos sabernos merecedores de respeto por encima de todas las cosas. Marcar distancias y decir adiós.

Nosotras no lo tenemos tan claro. Y las personas que están a mi alrededor, que se encuentran en situaciones similares, tampoco. Porque yo las veo seguir perdonando y entendiendo y dándolo todo pero, ¿hacen bien? ¿hacemos bien?

No lo sé. Supongo, que mirando desde fuera, lo que tienes que hacer es comunicarle a la otra persona que te está hiriendo con sus actos, que te debe respeto y, a partir de ahí, observar si cambia su actitud hacia ti o no. Si no es así, debes marchar.

Dicen que no tienes que esperar a que nadie cambie, debes cambiar tú. Y también dicen, y es evidente, que las relaciones deben ser equilibradas. Si no lo son, algo va mal.

Respecto a este tema es muy interesante este artículo/audio de Jennifer Kass http://www.jenniferlkass.com/are-you-over-giving-how-to-start-receiving-more/, del que, ahora mismo, me quedo con esta frase: “A veces el mayor regalo que puedes hacerles es ofrecerles espacio para crecer a su propio ritmo. Sí, a veces eso significa que no debes estar ahí y debes marchar.”

Por muy triste y duro que nos pueda parecer, es cierto, a veces debemos marcharnos para ayudar a esa persona y a nosotros mismos.

2 comentarios: