miércoles, 23 de julio de 2014

HeartSongOfTheDay: “Total Eclipse of the Heart” de Bonnie Tyler

“Once Upon A Time I was Falling In Love. Now I’m Only Falling Apart”. Es un fragmento de “Total Eclipse OF The Heart”. Esta canción siempre ha captado mi atención. Siempre que la he pillado en la radio haciendo zapping (sí, yo hago zapping de radio, vosotr@s no?) me he quedado atrapada escuchándola… Y por suerte aún sigue sonando en radios!

Me fascina la melodía, la letra, y la voz rota de Bonnie Tayler… Y no me molesta para nada ese reconocible sonido de los 80 que tiene, al contrario que me sucede con otras canciones, que ya me suenan algo “pasadas de moda”.

Se han hecho numerosas versiones de este increíble tema, pero he seleccionado la original porque fue la que me hizo descubrir la canción. Tiene mucha fuerza!

Justamente ayer descubrí que “Total Ecilpse of the Heart” fue escrita por Jim Steinman para formar parte del musical DANCE OF THE VAMPIRES. ¡Qué fuerte! Para nada es casualidad que una de las canciones pop que más me gustan sea originalmente de un musical, quizás por eso me “enganche” tanto… Mi pasión por los musicales siempre está presente. No sé por qué me trastocan y me han trastocado tanto los musicales a lo largo de mi vida…No todos, evidentemente. He visto muchos que no me han gustado nada. Pero los pocos que me han apasionado, lo han hecho de manera tan apabullante, que supongo que quiero ir a verlos con la esperanza de que alguno de ellos me vuelva a desmontar por completo… Pero realmente pocos lo consiguen. Vaya! Creo que acabo de descubrir porqué me apasiona tanto el teatro musical, tanto que me ha llevado incluso a dedicar mi vida a ellos!! Soy capaz de “tragarme” 100 musicales malos para encontrar uno que me toque. Si es que, es cierto que es bueno escribir para descubrirnos más a nosotros mismos!

Lo cierto es que cuando un musical te llega, lo hace sin escrúpulos, directo a las entrañas. Te atrapa el corazón, te lo retuerce y se regodea en ello. Incluso es capaz de cambiarte la vida! Es muy radical pero es así. Sea por el motivo que sea. A mí me cambió la vida ver mi primer musical… La magia que sentí viendo MEMORY con Àngels Gonyalons fue increíble, llegando a desear que nunca acabara… Sentí cosas que nunca antes había sentido: felicidad, plenitud, esperanza, ganas de soñar… Abrió la puerta a todo un mundo de posibilidades…

Hace unos cinco años, asistir de público a OVER THE THRESHOLD en Edimburgo también marcó un punto de inflexión en mi vida… De manera bestial! Una historia sencilla, de treintañeros, con una actriz que tenía una fuerza que nunca antes había visto… Increíble!

Voy a uno y a otro, esperando ser sorprendida, esperando que algo pase… Es como tirar la lotería, la echas cada semana, a ver si toca… Pues ir al teatro es lo mismo… vas lo máximo que puedes esperando que llegue alguno y “te conquiste el corazón”.

Hoy leía una entrevista de Idina Menzel en una revista que decía que la primera vez que cantó en público ya sintió como su voz conectaba con el público. Ella es otra de esas artistas con un don especial. Su voz, su presencia es capaz de conectar a lo más profundo de ti. De estos sólo hay unos pocos!

Tengo una amiga a la que RENT le cambió literalmente su vida. RENT y WEST SIDE STORY… No sé muy bien el porqué del Segundo, que fue cuando ella era muy pequeña; pero el primero fue porque quedó fascinada al ver retratada una historia de amor entre dos mujeres sobre el escenario… Le hizo sentirse orgullosa y feliz por amar a otra mujer, al sentirse identificada con las protagonistas.

A mí RENT no me enganchó demasiado al principio extrañamente… Pero sí que es uno de mis musicales estandarte, junto con SPRING AWAKENING… dos piezas rompedoras y modernas. Otros que me han tocado particularmente más recientemente son los romanticones ONCE y  GHOST y IF/THEN (con Idina Menzel), porque habla de la importancia de las pequeñas decisiones desde la perspectiva de una chica que va a cumplir 40 años… Si, me toca de pleno! Evidentemente me tenía que llegar!

Pues sí… de 200 que habré visto, igual 10 me han impactado fuertemente…Algunos me han entretenido mucho, otros menos, otros han pasado sin pena ni gloria y varios me han aburrido soberanamente.. ya ves! Pero de momento, sigo manteniendo la ilusión en encontrar otro que me marque…

Madre mía! Y yo que empecé con “Total Eclipse of the Heart”… “Total Eclipse of the Mind” se tendría que llamar el artículo!! Bueno, no porque realmente lo que se me ha eclipsado es el corazón, ya que no me he podido contener de hablar de mi pasión por los musicales...

Bien, buscando en Youtube la canción, he visto que hay muchísimas versiones: la de One Direction, Westlife, GLEE… Incluso este precioso video que me ha puesto los pelos de punta con escenas de la boda de April y Jackson de ‘Anatomia de Grey’ en el que el tema está interpretado de manera maravillosamente dulce por Jill Andrews. O éste algo surrealista, de la final de The Voice en Filipinas, con Lea Salonga! Uff… creo que me podría pasar el día escuchando las mil versiones de este tema… Gracias Jim Steinman por él!!

La canción es una de esas canciones de amor desesperado… De esas que tanto me gustan, y que los espirituales dicen que nos hacen tanto daño porque mitifican mucho el amor… Pero a mi, sinceramente, me encantan! La idea de morir de amor me enloquece! En fin… os dejo un fragmento de la letra y el vídeo original… Disfrutadlo!

And I need you now tonight
And I need you more than ever
And if you only hold me tight 
We'll be holding on forever
And we'll only be making it right
'Cause we'll never be wrong together
We can take it to the end of the line
Your love is like a shadow on me all of the time
I don't know what to do and I'm always in the dark
We're living in a powder keg and giving off sparks
I really need you tonight
Forever's gonna start tonight
Forever's gonna start tonight

Once upon a time I was falling in love
But now I'm only falling apart
There's nothing I can do
A total eclipse of the heart


martes, 22 de julio de 2014

Los cuatro acuerdos de Don Miguel Ruiz

“¡Tú no sabes lo que es vivir la vida! Te conozco poco, pero por lo poco que sé de ti, y de todo lo que aún no has hecho, te quedan muchos años por vivir”.  Más o menos algo así me soltó una compañera de trabajo la semana pasada. Aunque en aquel momento me quedé parada sin saber qué decir, y aunque le intenté quitar hierro al asunto, de alguna manera esas palabras aún las veo como balas que esquivé, y que no me hirieron, aunque quizás me rozaron. Evidentemente, desapercibidas, no pasaron, porque si no, no estaría escribiendo estas líneas.

La compañera en cuestión hacía referencia a su sorpresa ante el hecho de que nunca he fumado porros, ni tan siquiera cigarros normales, y a que nunca he mantenido relaciones sexuales con nadie que no sea mi pareja…  Es decir, se supone que me he perdido lo mejor de esta vida… Sinceramente, no fumar no me frustra para nada. Es algo que no hago porque no quiero. No me apetece ni sentirme mareada al fumar un porro, ni que se me vaya la olla, ni probar la extraña sensación que debe causar un porro, como tampoco me apetece hacer “puenting”, ni escalar el Everest… Ok, fumar la mayoría de la gente lo hace; las otras cosas no. Pero todas ellas provocan “sensaciones” especiales… Bien, no me importa saber que no las sentiré, porque es mi elección. Me quedo con las “sensaciones” que escojo, mucho más ligeras: nadar en el mar, emocionarme escuchando una canción mientras conduzco… Y puestos a “frustrarme” por sensaciones que no podré disfrutar, en todo caso lo haré por no haber ido aún en una moto de agua, por no haber viajado en un pedazo de yate, o por no haber estado en un hotel-cabaña en medio del mar… Pero no por no fumar, por eso no me frustro, ni me frustraré, ni me importa que todo el mundo lo haya probado y yo no… Llevo más de 20 años sin tener problema por decir “NO” cuando me ofrecen un tabaco.

Si soy sincera sí que me puede “frustrar” algo más no haber tenido relaciones sexuales con otra persona…  Pero también es mi elección, con lo cual, en el fondo si no lo he hecho es porque no he querido y, realmente tampoco me quita el sueño. No me puedo quejar para nada de mi vida en pareja. Sí que fantaseo, evidentemente… y no cierro puertas a nada… siempre y cuando sea escogido por mí y por mi pareja, desde el respeto y con honestidad. Algo que no siempre es fácil de hacer, pero bueno…

Sí que tuve la sensación, cuando me soltaron eso, de que mis otras compañeras se quedaron en plan “anda lo que le ha dicho”, pero no le di importancia… aunque al rato algunas me preguntaron “estás bien?” Y claro, me quedé pensando: “me debo sentir atacada?” “quizás en otro momento, años atrás, esas palabras me hubieran herido y me hubieran hecho llorar… Incluso mi mente, mi “ego” quiso llevarme a ese momento, pero algo en mí dijo:

- eh! No seas tonta, ¿no ves que la persona que te lo ha dicho ha querido pasarte su frustración por otros temas? Si tú no te sientes realmente frustrada por eso,  a esos niveles, ¿por qué te afecta que te digan esas cosas?

- Supongo que me afecta porque de alguna manera siempre queremos gustar, o porque nos importa lo que opinan los demás de nosotros… yo no quiero que piensen que soy una mojigata frustrada!

- Pero a ver…  eres tonta o qué? Desde cuándo te afecta lo que piensen los demás?

- Desde siempre. Aunque lo quiera evitar, me afecta en mayor o menor medida…
- Pues no te debe afectar!! Cada uno ve la realidad desde su punto de vista. Cada uno se hace su propia película y es su protagonista (como diría Don Miguel Ruiz) y cada uno ve a todo aquel que forma parte de su vida como quiere verlo, y tú no  puedes controlarlo… Así que no tiene sentido que te afecte lo que piensan los demás de ti, porque realmente nunca vas a saberlo… Dedícate exclusivamente  a ser tal y como eres, y a gustarte a ti mismo/misma y a serte fiel.

- Cuánta razón tienes!!

Sí… este sería mi diálogo interior más o menos. Yo me lo guiso, yo me lo como!

Es en estos momentos, en los que se te presentan estos retos en la vida, en los que se pueden poner en práctica las enseñanzas de los libros que leemos… Por ejemplo, ahora me estoy releyendo ‘El Quinto Acuerdo’ de José Ruiz, el hijo de Don Miguel Ruiz.

Me gusta mucho. Es muy interesante. Se basa en los cuatro acuerdos en los que, según ellos, debemos basar nuestra actitud ante la vida, haciéndolo todo mucho más fácil. Son los siguientes:

1. Sé cuidadoso con tus palabras. Básicamente, ten cuidado con lo que dices porque tus palabras pueden herir.
2. No te tomes nada personalmente. Se refiere a lo que comentaba antes. Cada uno vive su película y ve su realidad, y el mundo a su manera. Las reacciones de las personas que nos rodean son “su problema” no “nuestro problema”, con lo cual, si alguien intenta herirte, es porque en el fondo él está herido, con lo cual, envíale amor y no se lo tengas en cuenta. Ten compasión.
3. No hagas suposiciones. Básico. Siempre (yo, al menos) estamos suponiendo porqué la gente hace lo que hace, y no tiene sentido. Podemos estar equivocados. Lo peor es que a veces modificas tu comportamiento hacia una persona porque haces tus propias suposiciones, y puede que estés equivocado… La solución: no supongas.
4. Haz siempre todo lo mejor que puedas. Fácil.

Y, el quinto, que añade este libro es “Sé escéptico, pero aprende a escuchar”. Estamos en un mundo ficticio en el que todos vivimos nuestras propias películas y utilizamos las palabras para intentar comunicar nuestra realidad, pero no es “la realidad”, es lo que “creemos que es la realidad”. Con lo cual, no nos creamos lo que nos dicen a pies juntillas.

Volviendo a la frase que origina el “conflicto” inicial de este artículo, tras pasarlo por el filtro de los cinco acuerdos, todo se esfuma como el humo, directamente… qué fácil, no? Pues sí. Así de fácilmente podemos evitar el sufrimiento que nos pueden provocar los comportamientos y las actitudes de los demás. Pero a veces, nos gusta complicarnos la vida!

Y, claro, hay hábitos que tenemos muy enraizados, y cuesta cambiarlos! Nosotras decimos. Claro, si seguimos al pie de la letra los cinco acuerdos… de qué hablamos? Ahora no podemos criticar a este o al otro, o intentar adivinar porqué tal o cual habrá hecho esto o lo otro… Ciertamente lo complicado es cambiar estos hábitos adquiridos, pero ¡poco a poco!