The Tor |
La primera vez que escuché hablar sobre Glastonbury fue en 2010. Una amiga estuvo allí un fin de semana y me estuvo explicando toda una serie de experiencias místicas que vivió. Aprendió el uso del péndulo, se comenzó a interesar por el poder de las piedras minerales, y tuvo unos sueños que la asustaron tanto que decidió no volver a ir allí. Eran sueños premonitorios, pero ella prefirió hacer caso omiso de sus "hasta entonces desconocidas habilidades" por miedo. Cosas que pasan.
Yo me quedé fascinada por cómo funcionaba el péndulo que mi amiga acabó regalándome. Lo ponía encima de mi mano y rotaba a la derecha o a la izquierda según lo que preguntaba... Por si no habíais escuchado hablar antes sobre el uso de los péndulos, os comento que el péndulo es una herramienta de radiestesia que se puede utilizar para conectar con nuestro subconsciente y realizarle preguntas cuya respuesta sea SÍ o NO, para así conocer lo que realmente deseamos. (Normalmente, si gira hacia la derecha es SÍ, si lo hace hacia la izquierda es NO). La realización de consultas con péndulo es útil para la toma de decisiones o resolución de problemas. Utilizamos la conexión con nuestro péndulo para recibir respuestas intuitivas desde nuestra energía original o nuestro instinto, que está libre de las dudas de la mente.
A nivel práctico, recomiendo utilizarlo simplemente como una guía, pero no para tomar decisiones sumamente importantes en nuestras vidas, ya que utilizarlo sin que intervenga nuestro consciente no es nada fácil. Al menos, a mi no me lo parece. Pero reconozco que, en alguna ocasión, lo saco del cajón para hacer algunas preguntas y reafirmarme en mis intuiciones. También puede funcionar muy bien para saber si los chakras de otra persona están abiertos o cerrados. Simplemente hay que situarlo sobre los chakras de la otra persona y esperar el resultado.
Vuelvo a centrarme en Glastonbury. Mi amigo fue por primera vez hace dos años. Le encantó tanto que en este tiempo ha regresado allí cuatro veces. Mi amigo me explicó que Glastonbury es el chakra corazón de la tierra y que siempre que va allí siente que está como en una nube, super relajado... Me estuvo explicando que el pueblo es básicamente una calle que está llena de tiendas esotéricas y la Torre, donde la gente sube a meditar. "Yo si fuera allí me perdería", le decía. "Tienes que ir, no lo dudes, te va a encantar", me decía él. Y así fue.
The Clarice Well |
Finalmente no fui sola. Una semana antes de viajar comí con unos amigos y les expliqué que me iba sola a Glastonbury "para meditar". Mi amiga, que tampoco es que sea demasiado "meditadora" pero sí que tiene bastante interés por los "temas espirituales" aunque no quiera profundizar demasiado en la materia, decidió apuntarse y reservó los mismos vuelos que yo, tanto a la ida como a la vuelta.
Total, que finalmente, de pasar un fin de semana de retiro sola en Girona, me fui con una amiga cuatro días a Glastonbury... Cosas que pasan cuando dejas fluir. Sigo aprendiendo a hacerlo!
Llegamos a Bristol y alquilamos un coche para dirigirnos hasta el hotel que había reservado y que recomiendo fervientemente: Middlewick Holiday Cottages. Más que un hotel, es un complejo con diversas casitas y cabañas, rodeado de verde y con animales (de hecho, es una granja). Está a unos tres cuartos de hora caminando del centro de Glastonbury pero, como a mi amiga no le gusta demasiado caminar, utilizábamos el coche para ir al pueblo.
Como muy bien me explicó mi amigo, Glastonbury consta tan sólo de dos calles en forma de L. Pero nos pasamos allí tres días y no paramos de hacer cosas interesantes.
Llegamos sobre las 18h al centro de Glastonbury y la mayoría de las tiendas estaban cerradas, y como hacía un día soleado, decidimos pasear hasta la Torre (The Tor). Caminamos algo más de media hora y fuimos subiendo las escaleras habilitadas en medio de la montaña, parando cada cierto tiempo para disfrutar el maravilloso paisaje que nos rodeaba. Yo estoy enamorada de la campiña inglesa. Esos campos verdes me dan una paz increible... Me pasaría horas observándolos y respirándolos.
Una vez arriba nos encontramos con varios grupos de personas sentadas alrededor de la torre, unos disfrutando del atardecer, otros meditando en silencio, turistas haciendo fotos, jóvenes tocando tambores y otros instrumentos shamánicos... Un ambiente muy relajado y pacífico que invitaba a la tranquilidad y al "no pensar y dejarse llevar". Muy mágico.
El segundo día, tras desayunar en la terraza de nuestra cabaña con unas maravillosas vistas y rodeadas de gallinas y de los dos perros que había en nuestro hotel-granja, volvimos al pueblo y estuvimos visitando las tiendas. Hay tantas cosas que es imposible comprar nada, porque no puedes escoger: piedras, inciensos, velas, cartas de tarot, instrumentos shamánicos, aceites esenciales, perfumes... Complicadísimo comprar sólo una cosa, así que acabé no comprando nada.
Casi todas las tiendas tienen anuncios colgados en sus paredes de profesionales que realizan lecturas de tarot o realizan algún tipo de sanación... Imposible también decidirse por algo. Opté por confiar en mi amigo, que me recomendó acudir al The Goddess House, donde podría encontrar todo tipo de tratamientos.
Tras visitar las ruinas de la Abadía de Glastonbury (Glastonbury Abbey) donde se encontraron los restos del Rey Arturo y su mujer Ginebra en 1191, acudimos a la Goddess House (atención, que cierran a las 16h!!!) y preguntamos sobre los tratamientos que hacían y cómo se podían reservar.
Aunque se pueden reservar por teléfono, decidimos hacerlo allí mismo. Yo reservé una hora de "Soul Healing" con la terapeuta Zindra y mi amiga media hora de Reiki con Anna Price. No teníamos referencia de ninguna de ellas, reservamos según lo que queríamos hacer. Yo tenía claro que necesitaba una limpieza energética; y mi amiga quería reiki con alguien que hablara algo de español. Así que, en función de eso, reservamos las sesiones a la misma hora.
Es fascinante descubrir cómo puedes reservar todo tipo de terapias con todo tipo de terapeutas y todas las opciones que tienen... La chica de recepción me dijo que mi terapeuta, Zindra, la que tenía una hora libre a la hora que queríamos, me podría hacer un "Soul Healing", un "Goddess Healing" o un "Shamanic Healing"... Me recomendó la primera, pero creo que me acabó haciendo la tercera... Bien, realmente, aunque me explicó la diferencia entre una y otra sanación, no la pude comprender racionalmente.
El tercer día, pues, lo comenzamos yendo a estas terapias en The Goddess House. ¡Tenía tantas ganas! Nos hicieron descalzar y pasar a una maravillosa sala de espera, super cómoda y relajante, decorada completamente con elementos rojos (supongo que para activar el chakra raiz) y nos hicieron rellenar una hoja dando nuestro consentimiento para los tratamientos.
Zindra vino a buscarme a mí primero. Es una mujer ya de cierta edad, con el pero largo y una luna dibujada en lo alto de su frente. Su caracter es tremendameble plácido y afable. Nos sentamos en una silla una frente a la otra y le expliqué brevemente lo que me pasaba. (Leyendo los artículos anteriores lo podéis descubrir). Me comentó si me importaba que pusiera las manos sobre mi cuerpo, que lo haría durante la sesión, y que también utilizaría sonidos. Me avisaba para que no me extrañara ni me asustara. Me dijo también que quizás tendría visiones de vidas pasadas, y que al final lo comentaríamos todo.
Así fue. Me tumbé en una camilla y fue poniendo sus manos sobre mí. Yo noté una presión fuerte en el estómago... Fue alternando la imposición de manos con sonidos de diversos instrumentos chamánicos. Yo sentía básicamente mucho dolor en el estómago... algo muy extraño. Tras la sesión, me dijo que me incorporara cuando me sintiera preparada, me dio un vaso de agua, y volvimos a sentarnos en las sillas para charlar. Le expliqué las visiones que yo había tenido... y ella me explicó lo que había visto. Os lo resumo: debo sanar la relación con mi madre y debo aprender definitivamente a dejar ir y a rendirme y confiar en el Universo: "You have to surrender, and trust the Universe". "Sí, si la teoría me la sé, pero ¿cómo lo hago?" -le imploré... Me miraba con cara de compasión y simplemente me repetía "Let go and trust the Universe". Pues nada, seguiremos aprendiendo a dejar ir. Soltar... Soltar... Abre las Manos, suelta... Confía!
Al salir mi amiga ya estaba en la sala roja esperándome. Ella también había salido encantada de su sesión de reiki. Aunque su terapeuta no hablaba tanto español como nos habían dicho... Pero bueno, se hizo entender.
Comimos y nos dirijimos a otra terapia... Sí, es lo que tiene Glastonbury! Está lleno de terapeutas, elementos de sanación, y naturaleza sanadora. En esta ocasión fuimos a probar unos elementos de sanación: las pirámides, que también nos las había recomendado mi amigo. "Quien tiene un amigo tiene un tesoro", dicen. No puede ser más cierto.
No entraré en detalles, pero no sé si habéis escuchado hablar de la "geometría sagrada". Yo empecé a trabajar con ello hace bien poco y fue gracias a Santos Ávila. Según una página de internet que acabo de encontrar: "Con la geometría sagrada se consigue que el cuerpo humano entre en resonancia geométrica, y con los colores que caracterizan la geometría y sus vibraciones, conseguimos que se eliminen bloqueos energéticos encontrados en los campos áuricos de las personas, convirtiendo esa energía negativa, en un remanso de paz, equilibrio y bienestar."
Bien, pues en Glastonbury hay un local que es el Soul Therapy Centre del Buddha Maitreya donde puedes meditar bajo pirámides, literalmente. Esto es lo que me había explicado mi amigo, pero el tema es mucho más elaborado y complicado de explicar. Os animo a visitar la página web del centro para descubrirlo con más detalle.
Pasamos por allí el día anterior para que nos explicaran un poco en qué consistía y la chica que había allí, muy amable, nos acompañó a unas butacas sobre las que había una "alfombra sanadora" y nos hizo sentarnos allí, colocándonos unos auriculares donde se escuchaba música terapeutica con diferentes mantras y sentencias grabadas por el mismo Buddha Maitreya y una pirámide en la cabeza, como sombrero. Nos hizo coger con la mano una pieza de cuarzo rodeada de cobre y con unas figuras geométricas a cada lado y nos dejó allí unos minutos. Os tengo que admitir que las dos, una frente a la otra, no podíamos evitar reirnos frente a nuestra propia imagen en esos momentos, pero intentamos concentrarnos en el momento, cerrar los ojos y dejarnos llevar.
A los pocos minutos decidimos levantarnos y la chica nos preguntó qué habíamos sentido. Yo le expliqué que noté cómo mi estómago se movía; y mi amiga sintió que la energía le iba hacia los pies (ella sufre de fascitis plantar desde hace unos años). Nos animó a volver el día siguiente y probar una sesión de 20 minutos bajo la pirámide de Metatron por tan sólo 10 libras. Así lo hicimos. Llegamos allí nuevamente y la chica nos hizo descalzar y sentarnos en una butaca que estaba bajo la pirámide. Nos puso los auriculares y nos dio dos figuras, una para cada mano, y estuvimos así unos 20 minutos.
Sinceramente, ambas coincidimos en que no sentimos nada extremadamente espectacular, pero sí una sensación de bienestar absoluta y relajación máxima. La señora nos estuvo explicando que estas terapias son muy potentes, que son elementos que provocan una sanación interna muy fuerte, del pasado, del presente y del futuro. También nos enseñó unos elementos que vendían allí y que he descubierto que se llaman "Etheric Weaver". Son una especie de péndulos que se colocan sobre la mano cuando estás meditando y que te ayudan en el proceso de sanación. También se pueden utilizar para sanar a otras personas, colocándolos sobre su cuerpo y dejándote llevar por ellos. Muy curioso. La señora insistió en que me comprara uno de ellos, pero valía 100€ o más y me pareció demasiado para comprar algo de lo que no tenía ninguna referencia... Quizás si investigo algo más sobre ellos lo encargue por internet...
El hecho es que ese día, después de todo lo que hicimos, acabamos las dos en perfectas condiciones. Yo con mis problemas de estómago resueltos y mi amiga sin dolor de pies, algo que no le pasaba desde hacía años.
Después, para rematar ese tercer y último día en Glastonbury, fuimos a visitar los jardines de Chalice Well, donde se encuentra uno de los pozos más antiguos de Gran Bretaña, cuya agua, cargada de hierro, tiene propiedades terapéuticas. Los jardines son también un lugar para meditar y dejarse llevar, ya que el entorno es maravilloso y genera mucha paz. De hecho, es un santuario y todos los visitantes allí hablan susurrando para no molestar a nadie. Es increible.
Todo lo que he escrito se queda corto para intentar transmitir la magia que desprende Glastonbury y la sensación de paz interior y de plenitud que sentí estando allí. Reconozco que tengo aún mucho por leer y por descubrir sobre esta localidad tan especial y mágica pero, mi primer contacto con ella ha sido fascinante. He vuelto de allí renovada, con más energía y con más confianza. Os animo a pasar unos días allí. Os sorprenderá seguro.