miércoles, 3 de agosto de 2016

Sobre la conexión...

"Deberías ir a un psicólogo, porque no estás bien". Este es el consejo que acabo de recibir de una amiga. No estoy de acuerdo con ella. Estoy viviendo un proceso que podría definir como "caótico a nivel emocional" que debe desarrollarse, evolucionar y, con el tiempo, todo se pondrá en su sitio.

Creo que esta idea que tenemos, o que nuestro alrededor nos impone, sobre el hecho de que "hay algo mal en nosotros" y "tenemos que corregirlo" es totalmente errónea. Tenemos que aceptarnos tal y como somos y, principalmente, tenemos que querernos tal y como somos.

Sí que pienso que es súper importante que nos intentemos conocer a nosotros mismos, que seamos conscientes de las cosas que nos pasan y porqué nos pasan. Que no culpabilicemos a los demás como responsables de nuestra situación, sino que asumamos nuestra propia responsabilidad ante todo lo que vivimos. Pero sin pasar al otro extremo de "culpabilizarnos" nosotros mismos por todo lo que nos pasa, ni al de asumir el rol de "víctima". No es fácil.

Para mí no es fácil mantener el equilibrio entre el respeto a mí misma y el hecho de comprender todos los actos de los demás. Desde el punto de vista de que puedo ponerme de tal manera en la piel de la otra persona, que entiendo sus actos aún y cuando éstos me hacen daño a nivel emocional. Los comprendo y los intento ignorar. Y creo que esto es un error porque, aún y comprendiéndolos, debería marcar mis límites y no permitir según qué actos o actitudes que me causan dolor. Esto es el amor propio. Esto es la auto-estima. Si tú te quieres, no permites ciertas cosas, porque te priorizas a ti mismo y, desde un lugar amoroso, hablas con claridad y te respetas, que es lo primero que hay que hacer para que los demás te respeten.

Estos últimos meses he utilizado mucho la palabra "conexión". Hasta ahora no la había utilizado demasiado. Quizás porque en mi relación de pareja anterior nunca había percibido una falta de conexión, quizás porque no era consciente de lo que significaba, quizás porque la conexión estaba implícita.

La cuestión es que en los últimos meses he estado repitiendo constantemente a mi amor que notaba escandalosamente cómo y cuando "desconectaba" de mí, pero creo que no lo entendía. Yo percibía y explicaba esta "desconexión", pero es algo que nunca había contrastado con nadie y que nadie me había dicho "a mí me pasa igual". Hasta ayer. Ayer leí el último artículo del blog de mi querida Teal Swan y explicaba justamente esto. Detallaba exactamente lo que yo he sentido estos meses de tanto en tanto y que no entendía. Nuevamente Teal me sorprendió agradablemente. Sí! No soy tan extraña! Esto es lo que a mí me pasa!

Voy a traducir lo que cuenta Teal sobre su marido, Ale: "Ale ya se ha levantado de la cama. Puedo escuchar el spray de su crema de afeitado y la navaja contra su barba. Está desconectado de mí esta mañana, ya inmerso en el día que tiene por delante. Puedo sentir cómo los celos se apoderan de mí. Esos difusos celos que son el resultado de perder mi conexión con él por su vida de California en lugar de por otra persona. Su preocupación crea un tipo de realidad dual no intencional. Estamos en la misma habitación de hotel, pero nuestra consciencia no está unida. La mía está en un lugar y la suya en otra. El blanco de la cama hace que la soledad sea peor. Parece un castigo. Empiezo a sentir un vacío que duele y quiere gritar a través de mi estómago y mi pecho. Un ataque de pánico. Esta experiencia ha despertado algo en mí.

[...] Ale no tiene ni idéa de lo que me pasa. Piensa que sigo durmiendo. Si lo supiera, estaría confundido. Después de todo, no ha hecho nada malo. Él no ve ni siente la desconexión a nivel consciente. No ve ni siente como la absorción en su propia realidad borra la cercanía entre nosotros. No experimenta el dolor como yo lo hago, en el aislamiento que provoca estar en dos realidades diferentes en la misma habitación. No se lo quiero decir."

Teal relaciona esta horrorosa sensación de ansiedad causada por la desconexión con la que sintió cuando niña, cuando sus padres no "conectaban" con ella ni con sus necesidades reales. Es similar a lo que explica Krishnananda en su libro 'De la Codependencia a la Libertad'. Nuestros "problemas" en las relaciones personales sacan a la luz las necesidades de nuestro niño interior, al que debemos sanar.

Es curioso cómo cuando lees o escuchas algo que a ti también te pasa, te sientes menos extraña, más cómoda, más confortable contigo misma. Más segura.

El primer paso para sanarnos, para evitar repetir patrones relacionales y evitar sentir el mismo dolor, es ser consciente de lo que nos pasa. Eso ya es mucho!

En fin, que las relaciones no son fáciles... o sí! En todo caso, todo es un proceso que debemos vivir y disfrutar de alguna manera, aunque parezca inverosímil. Se trata de aprender, evolucionar, y ser feliz a cada instante disfrutando de las pequeñas cosas.